jueves 7 Junio 2018 : Commentary San Gregorio Magno

10:48 a.m.
No podemos amar verdaderamente a Dios sin amar al prójimo, ni amar verdaderamente al prójimo sin amar a Dios…Y es por esto que el Espíritu ha sido dado a los discípulos en dos ocasiones: primero por el Señor cuando vivía en la tierra, luego por el Señor cuando reinaba en el cielo (Jn 20:22; Hch 2). Nos es dado sobre la tierra para amar al prójimo, y del cielo para amar a Dios. Pero ¿por qué primero nos es dado sobre la tierra, y en seguida del cielo, sino para darnos a comprender claramente esta palabra de Juan: «quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve»? (1 Jn 4:20) De este modo hermanos míos, apreciemos a nuestro prójimo; amemos al que está cerca de nosotros, para que nos sea posible amar a aquel que está sobre nosotros. Que nuestro espíritu se ejercite en regresar al prójimo lo que le debe a Dios, a fin de merecer disfrutar en Dios una alegría perfecta con el mismo prójimo. Es así que llegaremos a esta alegría de los habitantes del cielo, cuya garantía hemos recibido ya por el don del Santo Espíritu. Que nuestro amor tienda hacia este fin en dónde nos regocijaremos sin fin. Allá se encuentra la santa asamblea de los ciudadanos del cielo; allá, una fiesta certera, allá un reposo seguro; allá, una paz verdadera, que en adelante no solamente nos será dejada, sino que también dada por nuestro Señor Jesucristo (Jn 14:27).
Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.