06/03/19

11:23 p.m.


Por: H. Pedro Cadena Diaz, L.C. | Fuente: www.somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Jesús, gracias porque siempre que te hablo me escuchas. Yo creo y sé que me estás escuchando ahora mismo, y que me amas mucho más de lo que me puedo imaginar. Haz que te experimente hoy en el modo que Tú quieras. María, que creíste en las promesas de Dios en las buenas y en las malas, acompáñame en este rato de oración.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 17, 1-11

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora Padre, glorifícame en ti con la gloria que tenía, antes de que el mundo existiera.

He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.

Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío. Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo, pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo”.

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Piensa en tu mejor amigo. ¿Le negarías un favor si pudieras hacerlo? Un verdadero amigo sabe que puede confiar en ti. Sabe que realmente lo quieres, y que, si puedes, con gusto le echarás una mano. La confianza de tu amigo en ti nos ayuda a ver cómo es la confianza de Jesús con Dios nuestro Padre.

En este pasaje del Evangelio Jesús habla con su Papá en un tono de confianza y de cercanía muy grandes. De hecho, todo lo que Jesús dice es «Papá, tú me amas, y yo te amo. Yo te amo, y Tú me amas.» Te amo, y por eso te hablo. Me amas, y por eso te pido que me glorifiques. Te amo, y por eso he cumplido mi misión. Me amas, y por eso me has dado a mis amigos los apóstoles. Te amo...

El amor de Jesús y de Dios Padre no son palabras bonitas pero vacías. Es amor de verdad, del que se entrega cada día en lo ordinario. Amor real, pues «nadie tiene amor más grande que el de dar uno la vida por sus amigos.» (Jn 15,13) De hecho, su Amor es el Espíritu Santo.

Nosotros, si estamos en gracia, también tenemos al Espíritu Santo en nuestros corazones. «El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.» (Rm 5,5) Es el Espíritu Santo quien nos guía y fortalece en la lucha diaria de la misión que Dios nos confía en la tierra, sea la familia, el trabajo o apostolado. En el Espíritu Santo podemos confiar en el Padre, pues, aunque seamos muy débiles, «Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?» (Rm 8,31) Padre, que confíe en Ti como Jesús, que experimente que eres mi Padre bueno que me ama de verdad.

«Todos tenemos necesidad de crecer en la fe y fortalecer nuestra confianza en Jesús. Él puede ayudarnos a encontrar la vía cuando hemos perdido la brújula de nuestro camino; cuando el camino no parece ya plano sino áspero y arduo; cuando es fatigoso ser fieles con nuestros compromisos. Es importante alimentar cada día nuestra fe, con la escucha atenta de la Palabra de Dios, con la celebración de los Sacramentos, con la oración personal como «grito» hacia Él —“Señor, ayúdame”—, y con actitudes concretas de caridad hacia el prójimo. Encomendémonos al Espíritu Santo para que Él nos ayude a perseverar en la fe. El Espíritu infunde audacia en el corazón de los creyentes; da a nuestra vida y a nuestro testimonio cristiano la fuerza del convencimiento y de la persuasión; nos anima a vencer la incredulidad hacia Dios y la indiferencia hacia los hermanos.»
(Ángelus de S.S. Francisco, 20 de agosto de 2017).


Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Jesús, confío en Ti, o al menos quiero confiar y creer que eres bueno, me amas y buscas mi bien. Aumenta mi confianza. María, enséñame a confiar en Dios como tú, en horas felices y al pie de la cruz. Haz que como tú, yo esté abierto al Espíritu Santo.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En un rato de oración pediré al Espíritu Santo que me ayude a ser dócil a sus inspiraciones.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Let's block ads! (Why?)

10:55 p.m. ,


Reflexión breve de Hch 20,17-27: En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: "Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu. No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios."


10:37 p.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
_”Verbum Spei”_
_”Palabra de Esperanza”_
https://m.facebook.com/ParroquiaSanPabloAcala/
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸
*7° Lunes de Pascua*
*El Evangelio de hoy*
*Juan 17, 1-11*

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame en ti con la gloria que tenía, antes de que el mundo existiera.
He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.
Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío. Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo, pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo”.

*Reflexión*
A lo largo de nuestro día, es increíble la cantidad de información que podemos recibir. La radio, la TV, los periódicos, la Internet, nuestras relaciones de trabajo o escolares buscan convencernos de actitudes, necesidades, acontecimientos.
Muchas veces no importa la fuerza del argumento sino la fuente de la que provino: “es que lo dijo fulano” o “es que lo leí en tal libro, periódico” o “es que lo dijo el maestro o el jefe de la oficina”. Hoy Jesús en el evangelio nos dice: “Yo les he comunicado las palabras que me diste”. Es decir, la palabra escrita en la Biblia no tiene la autoridad del editor, sino la autoridad de Dios. Por eso en la liturgia, cuando se proclama la palabra se dice, sin importar quien la escribió (Isaías, Mateo, Pedro, Pablo): “Palabra de Dios”.
Sin embargo, todavía hay quienes la discuten, la ponen en duda, la comparan con otros “autores”, y finalmente quienes, el hecho de que sea “palabra de Dios”, les tiene sin cuidado. No olvidemos que la “Revelación” no solamente busca informarnos el pensamiento de Dios, sino instruirnos y ayudarnos para que nuestra vida alcance la plenitud. En definitiva, busca convencernos que sólo en Dios está la verdadera felicidad. Pidamos al Espíritu Santo que venga a nuestro corazón y nos convenza de la importancia de tomar en serio la Palabra de Dios.
(Evangelización Activa)

*Oración*
Señor Jesús, dame tu gracia y lléname de tu Espíritu Santo para que con valentía y entusiasmo lleve el anuncio de tu Palabra a todos aquellos qu no te conocen, para que por mi medio, tu Hijo sea conocido de todos y amados por ellos. Amén.

*Acción*
Hoy revisaré en cuáles de mis responsabilidades diarias no estoy dando el cien por ciento de mi capacidad, y veré la manera de hacerlo como testimonio de mi vida cristiana.
🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
_”Nuntium Verbi Dei”_
_“Mensaje de la palabra de Dios”_
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸



Source: https://www.spreaker.com/user/fraynelson/estudio-sobre-la-ciencia-de-cristo ESTUDIO SOBRE LA CIENCIA DE CRISTO Dos preguntas centran nuestro estudio: (i) “Quid scitur a Christo?” (qué es lo que Cristo sabía), y (ii) “Quomodo scit Christus id quod scit?” (de qué modo sabía lo que sabía). Nos apoyamos en una serie de proposiciones emanadas de la Comisión Teológica Internacional (1985). CÓMO SABÍA CRISTO LO QUE SABÍA * Según el Concilio de Calcedonia, en Jesucristo hay dos naturalezas y una sola persona divina, que no producen división ni confusión en la única persona divina. Pero, si solo hay un sujeto ¿cómo explicar el distinto saber ya sea humano o sea divino? * Hay 3 principales diferencias entre el saber de la naturaleza humana y el de la naturaleza divina. (i) El saber humano es progresivo, mientras que el saber divino es intuitivo e instantáneo. (ii) El humano está sujeto a la ignorancia y al error, mientras que el divino no. (iii) El humano empieza a partir de los sentidos, pero el divino no. El ser humano es un SER EN PROCESO. Yo soy y estoy siendo. Cuando con la imaginación vemos al Cristo que está siendo, ese Cristo que está siendo no es aun el Cristo real y completo en su naturaleza humana. (i) Hablar del saber de Cristo concentrados solo en un momento de su vida no supone alcanzar el auténtico Cristo, que solo se dará al final de su existencia. (ii) El verbo saber solo puede entenderse de una manera completa cuando Cristo ha resucitado. La pregunta sobre qué sabe el Resucitado es la pregunta completa sobre lo que sabe Jesús. (iii) El ser humano solo da respuesta de su ser cuando termina todo el arco de su existencia corporal. QUÉ SABÍA CRISTO * Conviene recordar sobre la historicidad de los evangelios, que la transmisión del mensaje evangélico se realiza en tres fases: apostólica, comunitaria y textual. Estas fases nos obligan a reconocer que hay verdad sustancial. PROPOSICIÓN PRIMERA: La vida de Jesús testifica la conciencia de su relación filial al Padre … Tenía conciencia de ser el Hijo único de Dios y, en este sentido, de ser, él mismo, Dios. Cristo tiene conciencia de ser Dios, pero a la vez es el único que nos revela cómo es Dios a través de Jesús. Cristo sabe de su relación al Padre. Cristo toma el lugar de Dios. Cristo toma su autoridad de su relación a Dios. PROPOSICIÓN SEGUNDA: “Jesús conocía el fin de su misión: anunciar el Reino de Dios y hacerlo presente en su persona, sus actos y sus palabras, para que el mundo sea reconciliado con Dios y renovado … se sabía enviado por el Padre para servir y para dar su vida «por la muchedumbre» (Mc 14, 24). Lo fundamental de la misión de Cristo era conocido por Él mismo. Jesús no obra por cuenta propia. Tiene una conciencia perfecta de su filiación con el Padre. La misión de Cristo implica: (a) que su misión proviene de su unión con el Padre y no con las circunstancias y (b) que en esa misión se revela quién es el Padre. Cristo sabe de su preexistencia. PROPOSICIÓN TERCERA: “Para realizar su misión salvífica, Jesús ha querido reunir a los hombres en orden al Reino y … es, por tanto, necesario decir que Jesús ha querido fundar la Iglesia. No vale, pues, la conocida acusación: Cristo quería el Reino y vino la Iglesia. El hecho de que el aspecto institucional de la Iglesia se pueda corromper no quiere decir que se tenga que corromper. PROPOSICIÓN CUARTA: “La conciencia que tiene Cristo de ser enviado por el Padre para la salvación del mundo y para la convocación de todos los hombres en el pueblo de Dios implica, misteriosamente, el amor de todos los hombres…." El amor de Cristo no es genérico. Cristo ama a cada uno como si fuera el único que existiera.


10:43 a.m.


Pablo, desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Efeso. Cuando estos llegaron, Pablo les dijo: "Ya saben cómo me he comportado siempre con ustedes desde el primer día que puse el pie en la provincia de Asia. He servido al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas, en medio de las pruebas a que fui sometido por las insidias de los judíos. Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil: les prediqué y les enseñé tanto en público como en privado, instando a judíos y a paganos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús. Y ahora, como encadenado por el Espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que me sucederá allí. Sólo sé que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas y tribulaciones me esperan. Pero poco me importa la vida, mientras pueda cumplir mi carrera y la misión que recibí del Señor Jesús: la de dar testimonio de la Buena Noticia de la gracia de Dios. Y ahora sé que ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino, no volverán a verme. Por eso hoy declaro delante de todos que no tengo nada que reprocharme respecto de ustedes. Porque no hemos omitido nada para anunciarles plenamente los designios de Dios."

10:43 a.m.


Tú derramaste una lluvia generosa, Señor: tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste; allí es estableció tu familia, y tú, Señor, la afianzarás por tu bondad para con el pobre. ¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación! El carga con nosotros día tras día; él es el Dios que nos salva y nos hace escapar de la muerte.

10:43 a.m.


Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: "Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado. Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera. Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros.

10:43 a.m.


¿Quién podrá seguir al Altísimo hasta conocer su ser inexpresable e incomprensible? ¿Quién escrutará las profundidades de Dios?... Pues, ¿quién es Dios? Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios es uno. No te preguntes más sobre Dios. Que los que quieren saber el fondo de las cosas que conciernen a Dios, empiecen por considerar el orden natural. Comprender la Trinidad se compara precisamente a la profundidad del mar, y la misma Sabiduría de Dios ha dicho: «El fondo de las profundidades ¿quién puede alcanzarlo?» (Eccl 7,24)...Así como el fondo del mar es invisible a la mirada humana, así también la divina Trinidad no puede ser captada por la comprensión humana. Por eso si alguien quiere comprender lo que debe creer, que no se haga ilusiones de poder llegar a ello a través de razonamientos, sino solo por la fe, porque la sabiduría divina que busca se alejará todavía más. Busca, pues, este conocimiento supremo no discutiendo sino llevando una vida de perfección, no a través de la lengua sino de la fe que brota de un corazón simple, y no es el resultado de sabias conjeturas. Porque si buscas al inefable a través de razonamientos, se alejará más de ti; si le buscas por la fe, la Sabiduría permanecerá allí donde habita: a tu puerta (Pr 1,21); y allí donde ella permanece, puede ser vista, aunque solo en parte. Con toda verdad, es asequible desde el momento en que uno cree que es invisible y aceptando no comprenderla. Puesto que Dios es invisible, debemos creer en él; y, sin embargo, Dios puede ser visto, en cierta manera, por el que es puro de corazón (Mt 5,8).