lunes 9 Julio 2018 : Libro de Oseas 2,16.17b-18.21-22.

“Verbum Spei”
“Palabra de Esperanza”
*14° Domingo Tiempo Ordinario*
*El Evangelio de hoy*
*Marcos 6,1-6*
En aquel tiempo, Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: “¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos? ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?”. Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Por eso les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa”. Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. Y Él se asombraba de su falta de fe” Palabra del Señor
*Reflexión:*
Mientras la gente «oía con gusto lo que decía Jesús», a alguien no le gustó lo que decía y quizá algún hablador se alzó y dijo: ¿pero este de qué viene a hablarnos? ¿Dónde estudió para que nos diga estas cosas? Que nos haga ver su licenciatura. ¿En qué universidad estudió? Este es el hijo del carpintero y lo conocemos bien.
Explotan así la furia y la violencia, lo echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio del monte para despeñarlo. Pero, la admiración, el estupor ¿cómo pasaron a la ira, a la furia, a la violencia?..
¿Qué quería esta gente, estos de la sinagoga, y este sirio? Por una parte a los de la sinagoga Jesús les reprende la falta de fe», tanto que el Evangelio subraya cómo «Jesús allí, en ese lugar, no hizo milagros, por la falta de fe»
En cualquier caso, todos buscaban lo mismo: «Querían el espectáculo». Pero el estilo del buen Dios no es hacer el espectáculo: Dios actúa en la humildad, en el silencio, en las cosas pequeñas.
Así va el Señor: por la humildad. Y si vemos toda la historia de la salvación, encontraremos que siempre el Señor hace así, siempre, con las cosas sencillas.
Por ejemplo, en la narración de la creación no se dice que el Señor cogiera la varita mágica, no dijo: «Hagamos al hombre» y el hombre fue creado. Dios, en cambio, lo hizo con el barro y su trabajo, sencillamente. Y, así, cuando quiso liberar a su pueblo, lo liberó a través de la fe y la confianza de un hombre, Moisés. Del mismo modo, cuando quiso hacer caer la poderosa ciudad de Jericó, lo hizo a través de una prostituta. Y también para la conversión de los samaritanos, pidió el trabajo de otra pecadora.
Nos hará bien pensar en nuestra vida sobre cómo el Señor nos ayudó, cómo el Señor nos hizo seguir adelante, y encontraremos que siempre lo hizo con cosas sencillas. Incluso podrá parecernos que todo sucedió como si fuera una casualidad. Porque el Señor hace las cosas sencillamente. Te habla silenciosamente al corazón. Resultará útil, por lo tanto, en este período recordar Las numerosas veces » en las que en nuestra vida el Señor nos visitó con su gracia y hemos entendido que la humildad y la sencillez son su estilo.
*Oración:*
Señor Jesús, te pido que bendigas a todos aquellos con los que hoy voy a encontrarme, quiero sentirlos mis hermanos y ayudarles a estar mejor. Amén.
*Acción:*
Un profeta es despreciado en su pueblo, en su familia y en su casa. Y hoy debo actuar en la humildad, el silencio y la sencillez. Para ser profeta de hoy.
“Nuntium Verbi Dei
“Mensaje de la palabra de Dios”