01/06/21

11:26 a.m.


Hijos míos: Dios nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. Queridos míos, no crean a cualquiera que se considere inspirado: pongan a prueba su inspiración, para ver si procede de Dios, porque han aparecido en el mundo muchos falsos profetas. En esto reconocerán al que está inspirado por Dios: todo el que confiesa a Jesucristo manifestado en la carne, procede de Dios. Y todo el que niega a Jesús, no procede de Dios, sino que está inspirado por el Anticristo, por el que ustedes oyeron decir que vendría y ya está en el mundo. Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque aquel que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan el lenguaje del mundo y el mundo los escucha. Nosotros, en cambio, somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. Y en esto distinguiremos la verdadera de la falsa inspiración.

11:26 a.m.


Voy a proclamar el decreto del Señor: Él me ha dicho: “Tú eres mi hijo, Yo te he engendrado hoy. «Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra." Por eso, reyes, sean prudentes; aprendan, gobernantes de la tierra. Sirvan al Señor con temor no sea que se enoje y perezcan, pues su cólera estalla en un momento. ¡Felices los que en él se refugian!

11:26 a.m.


Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz. A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

11:26 a.m.


"Hoy, Señor, te has manifestado al mundo, y tu luz nos ha iluminado, por eso, reconociéndote, elevamos a ti nuestro himno: Has venido, has aparecido, luz inaccesible"(1Tm 6,16)... "Dios, con su santa voz llamó al desobediente: ¿Dónde estás, Adán? (Gn 3,9) ¡Quiero verte! Aunque estés desnudo, aunque seas pobre, no te avergüences, porque yo me he hecho semejante a ti. Tu que querías llegar a ser Dios (Gn 3,5) no lo has conseguido: yo me he hecho carne”. Entonces, reconóceme y dí: Tú has venido, has aparecido, luz inaccesible "... En la Galilea de los gentiles, en el país de Zabulón y la tierra de Neftalí como dijo el profeta, Cristo, la gran luz, ha resplandecido (Is 8,23-9,1); para los que habitaban en tinieblas, una gran luz brilló, brotando de Belén. El Señor nacido de María, el Sol de justicia, difunde sus rayos por el universo entero (Ml 3,20). "Por esto nosotros, desnudos hijos de Adán, reunámonos todos, revistámonos de Él para recibir su calor! Como reparación para los desnudos y luz para cuantos están en la tiniebla Tú has venido, has aparecido, luz inaccesible". "Aplaude, apláudele, oh Adán; ¡adora a aquel que te sale al encuentro! Mientras tú te retraías, Él se ha mostrado para que tú pudieses verlo, tocarlo y recibirlo. Él desciende a la tierra para portarte allá arriba, él se hace mortal para que tú te hagas dios y seas revestido de la dignidad primitiva, para reabrir el Edén ha puesto su morada en Nazaret". Por todo esto, canta, hombre, canta y alaba al que se manifestó e iluminó a todo el universo.