Oración para la unción después del bautismo: "por el bautismo, Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, te liberó del pecado y te hizo renacer por el agua y el Espíritu. Desde ahora eres parte de su pueblo: te marca con aceite santo para que seas eternamente miembro de Cristo, sacerdote, profeta y rey". ¡Cómo habéis sido elevados! Mientras que la pecadora ungió los pies de su Señor, como una criada (Lc 7,38), Por vosotros, es Cristo mismo El que por sus siervos, como un servidor, Marca vuestros cuerpos por la unción bautismal. El Pastore de las ovejas encuentra conveniente poner en persona su signo sobre sus siervos… Estribillo: He aquí a Cristo que unge con aceite a sus corderos en el bautismo. Elías hizo que se multiplicara el aceite (1R 17,14) Era un alimento para la boca; el orza de la viuda, en efecto, no era el cuerno de la unción (1S 16,1). Pero el aceite con que nuestro Señor le ungió no es un alimento transforma al pecador, este lobo por fuera, en cordero, miembro de su rebaño (Mt 7,15)… Cuando la paloma trajo la rama de olivo (Gn 8,11), era el símbolo de la unción bautismal: todos en el arca se apresuraron hacia ella, ya que anunciaba una buena noticia de la redención. Vosotros también, apresuraos hacia este aceite santo; que vuestros débiles cuerpos se regocijen, porque anuncia la Buena Noticia de la redención … Cuando David fue sido ungido, mis hermanos (1S 16,13), El Espíritu descendió, Liberó el corazón de su ira y encontró allí sus delicias. El perfume de este aceite llenó su corazón; el Espíritu hizo su morada en él y en él cantó (1S 16,23). Pero vuestra unción es más grande, Ya que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han descendido y habitan en vosotros… Un aceite de gran precio que María derramó sobre la cabeza de nuestro Señor e inundó la casa de este perfume (Jn 12,3). El perfume de vuestra unción también, se difunde y llega hasta los cielos. Allí es la delicia de ángeles; Satanás encuentra su olor insoportable; para Dios su aroma es dulce… ¡Venid, ovejas, recibid vuestro signo Que se escondan aquellos que quieren devorarle! Venid, corderos, recibid vuestro signo, porque vuestro signo es la verdad… Esta verdad, que se parece a un gran árbol que difunde su sombra…: las naciones vinieron para resguardarse entre sus ramas (Mt 13,32), recogieron sus frutas y se hartaron. January 08, 2014 at 05:00PM