05/06/17

11:24 p.m.

Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Jesús, gracias por este momento que me regalas para estar en tu presencia. Tú me conoces. Sabes qué es lo que más necesito en este momento. Tú me has creado. Sueñas con mi amor. Cada vez que me miras aquí, delante de Ti, tu Corazón se inflama de amor y de gusto por verme. Te gusta cuando estoy así, cuando te abro mi corazón y dejo de lado todos los tapujos y formalismos. Me amas, Jesús, como soy. Ayúdame a corresponderte con mi amor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños".

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: "Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado.

Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Jesús, hoy me dices que tus ovejas escuchan tu voz, la reconocen y la siguen. Te pido, amado Jesús, que me ayudes a escuchar tu voz.

Hoy día, en el mundo, hay tanto ruido que me impide escuchar tu voz; son tantas las voces que se levantan a mi alrededor pidiendo que las siga: mi soberbia, mi vanidad, mi orgullo... ¿Cuáles son las voces que me acechan?, ¿sé reconocerlas y diferenciarlas de tu voz, Jesús?

¡Ayúdame, Jesús, a conocer tan bien tu voz, que sea capaz de diferenciarla de todas las otras voces!

También son muchos los ladrones que intentan imitar tu voz prometiéndome una vida más cómoda; los lobos con piel de oveja que intentan atemorizarme con sus dientes; los "verdes pastos" sintéticos de una felicidad superficial y pasajera que, lejos de calmar mi hambre, me dejan vacío y enfermo por dentro.

Son muchos los peligros que me circundan Jesús, sin embargo, no debo temer, pues Tú has venido para que yo tenga vida y la tenga en abundancia.

Quiero reconocer tu voz, Jesús, para ello, tengo que estar cerca de Ti, tengo que ser una oveja con el olor a su pastor. ¡No permitas que me separe de Ti! Dame la gracia y la fuerza que necesito para poder seguirte hasta el final.

"Jesús es la puerta que nos hace entrar y salir. ¡Porque el rebaño de Dios es un refugio, no una prisión! La casa de Dios es un refugio, no una prisión, y la puerta se llama Jesús. Y si la puerta está cerrada, decimos: "¡Señor, abre la puerta!". Jesús es la puerta y nos hace entrar y salir. Son los ladrones, los que tratan de evitar la puerta: es curioso, los ladrones siempre tratan de entrar por otro lado, por la ventana, por el tejado, pero evitan la puerta, porque tienen malas intenciones, y se meten en el rebaño para engañar a las ovejas y aprovecharse de ellas. Nosotros debemos pasar por la puerta y escuchar la voz de Jesús: si escuchamos su tono de voz, estamos seguros, estamos salvados. Podemos entrar sin temor y salir sin peligro".
(Audiencia de S.S. Francisco, 18 de noviembre de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy voy a dedicar 10 minutos de mi día a rezar pidiéndole a Dios que me ayude a reconocer su voz.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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11:22 a.m.
El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: "Hombres de Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha sucedido. Por eso, todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías". Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros Apóstoles: "Hermanos, ¿qué debemos hacer?". Pedro les respondió: "Conviértanse y háganse bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar". Y con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa. Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar; y ese día se unieron a ellos alrededor de tres mil.

11:22 a.m.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas Él me hace descansar en verdes praderas. me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; y repara mis fuerzas. Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. y repara mis fuerzas. Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.

11:22 a.m.
En efecto, ¿qué gloria habría en soportar el castigo por una falta que se ha cometido? Pero si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios. A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas. El no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en su boca. Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente. El llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados. Porque antes andaban como ovejas perdidas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián de ustedes.

11:22 a.m.
Jesús dijo a los fariseos: "Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz". Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: "Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia."

11:22 a.m.
     Cuando Jesús se presenta como el Buen Pastor se sitúa en una larga tradición bíblica familiar a sus discípulos y a los otros oyentes. El Dios de Israel, en efecto, se había manifestado siempre como el Buen Pastor de su pueblo. Había escuchado sus súplicas, los había liberado de la tierra de esclavitud, los había conducido por su bondad en la dura marcha por el desierto hacia la tierra prometida... Siglo tras siglo, el Señor seguía conduciendo al pueblo, más a aún, lo llevaba en brazos como el pastor lleva a los corderos. Lo había conducido después del castigo del exilio, llamándolo de nuevo y reuniendo a las ovejas perdidas para llevarlas a la tierra de sus antepasados.      Por este motivo los que nos han precedido en la fe se dirigían a Dios filialmente como a su pastor: “El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo por el honor de su nombre.” (Sal 22 ) Sabían que el Señor es un pastor bueno, paciente, a veces severo, pero siempre misericordioso con su pueblo y con todos los humanos...      Cuando, en la plenitud del tiempo, vino Jesús encontró a su pueblo “como un rebaño sin pastor” (Mt 6,34) y le dio lástima. En él se cumplieron las profecías y se concluyó la espera. Con las mismas palabras de la tradición bíblica, Jesús se presenta como el Buen Pastor que conoce a sus ovejas, las llama a cada una por su nombre y da la vida por ellas. Y así “habrá un solo rebaño y un solo pastor.” (cf Jn 10, 11 ss; 16)

12:24 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount


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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza_

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*3° Sábado de Pascua*

*El Evangelio de hoy*

*Juan 6, 60-69*
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír sus palabras: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?”

Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo de hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen”. (En efecto, Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quien lo habría de traicionar). Después añadió: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”.

Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.

*Reflexión:*

Lo más seguro es que toda tu vida hayas sido cristiano por tu bautismo pero, ¿alguna vez te has cuestionado seriamente sobre quién es Jesús para ti? ¿Qué representa en tu vida? Para Pedro, a pesar de todas las cosas que no puede entender sobre lo que Jesús hace y dice, su convicción es firme: “Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.

Hermano, no siempre las cosas que leemos de la Sagrada Escritura nos resultan entendibles, hay que creerlas y por lo tanto vivirlas, exactamente como Jesús nos las dice, aunque nos suenen ilógicas y carentes de sentido. A los que escucharon el discurso de Jesús sobre el Pan de Vida, les sonó “repugnante” el tener que comer su carne y su sangre.

Jesús estaba hablando de realidades que no entendían aún, pero eso no es una limitación para Pedro, “Señor, haremos lo que tú dices, aunque no entendamos y nos resulte incomprensible”. Esta es la fe pascual, la que nos prepara para poder participar de realidades todavía más increíbles, para poder tener acceso a las cosas del cielo. Aprovecha esta Pascua para dar una respuesta clara sobre la identidad y poder de Jesús en tu vida. 

(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús, estoy como alguien que vive bajo el hermoso misterio de un Dios que quiere estar con su criatura de una manera tan íntima… tan profunda. Y hoy te hago la misma pregunta ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Amén.
*Acción:*

Dedicaré un momento del día para hacer una visita a la Eucaristía, pidiendo la gracia del incremento de la esperanza y la fe.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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