02/14/16

11:51 p.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

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                  “Verbum Spei”     
           “Palabra de Esperanza” 
        
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1° Lunes Cuaresma
El Evangelio de hoy 
Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme‘. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?‘ Y el Rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron‘.
Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron‘.
Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?‘ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo‘. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.

Reflexión:
La liturgia nos propone este texto, donde nos enseña que la vida cristiana está cimentada en la caridad, y nos invita a que trabajemos en esta área tan importante de nuestra vida, ya que nuestro juicio finalmente será en base a la caridad. 
Y esto no significa que las prácticas religiosas o nuestro conocimiento bíblico o teológico no sean importantes; por supuesto que lo son, pues deben ser un medio para que crezca en nosotros la fe y, con ello, la caridad. Empecemos por cosas simples, por ejemplo, visitar a los miembros de nuestra propia familia. 
¿Hace cuánto que no visitas a tus abuelos o tíos que están enfermos o necesitados? ¿Qué calidad de visita es la que practicas con ellos: la clásica visita de doctor? Si no somos capaces de vivir lo más sencillo, atendiendo a nuestra propia familia, qué difícil será que lo hagamos por los demás. No olvidemos que en esto se está decidiendo nuestra felicidad. 
(Evangelización Activa).

Oración:
Señor Jesús, reconozco que tú eres Santo y que no hay nadie como Tú; por eso te pido: ¡Hazme santo, Señor! Dame tu gracia para que todas mis emociones, pensamientos y acciones estén llenos de la pureza con la que me creaste y para la cual me buscas y me guías. Dios mío, me abro a tu acción y me comprometo a cuidar mi persona de todo aquello que no te honra como Señor de Señores. Amén.

Acción:
En este día pondré mayor vigilancia a mis pensamientos, emociones y acciones para detectar y erradicar aquellas que no expresan el Señorío de Jesús en mi vida. 
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            “Nuntium Verbi Dei  
“Mensaje de la palabra de Dios”
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10:47 a.m.
El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a toda la comunidad de Israel: Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo. Ustedes no robarán, no mentirán ni se engañarán unos a otros. No jurarán en falso por mi Nombre, porque profanarían el nombre de su Dios. Yo soy el Señor. No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana siguiente el salario del jornalero. No insultarás a un ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo soy el Señor. No cometerás ninguna injusticia en los juicios. No favorecerás arbitrariamente al pobre ni te mostrarás complaciente con el rico: juzgarás a tu prójimo con justicia. No difamarás a tus compatriotas, ni pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el señor. No odiarás a tu hermano en tu corazón: deberás reprenderlo convenientemente, para no cargar con un pecado a causa de él. No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

10:47 a.m.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. ¡Ojalá sean de tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi redentor!

10:47 a.m.
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'. Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'. Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".

10:47 a.m.
Cristo, la misericordia celestial, viene cada día la puerta de tu casa: no sólo espiritualmente a la puerta de tu alma, sino materialmente a la puerta de tu casa. Porque, cada vez que un pobre se acerca a tu casa, sin duda alguna se acerca Cristo en él, porque él dijo: “Cada vez que lo habéis hecho a uno de estos pequeños, me lo hacíais a mí.” (Mt 25,40) No endurezcas el corazón, da un poco de dinero a Cristo del que esperar heredar el reino. Da un trozo de pan a aquel de quien esperar te dé la vida. Acoge al pobre en tu casa para que él te reciba en el paraíso.  Dale alguna limosna a quien te puede dar la vida eterna. ¡Qué audacia querer reinar en el cielo con aquel a quien tú negaste tu limosna en este mundo! Si lo recibe durante el viaje terreno, él te acogerá en la felicidad eterna. Si tú lo desprecias aquí en tu patria de la tierra, él retirará su mirada sobre ti en la gloria. Un salmo dice: “cuando te alzas, desprecias su imagen.” (Sal 73,20) Si despreciamos en esta vida a aquellos que son imagen de Dios (Gn 1,26) hemos de temer ser rechazados en la eternidad. ¡Tened, pues, misericordia en esta vida!... Gracias a vuestra generosidad, escucharéis aquella palabra feliz: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del reino.” (Mt 25,34)