mayo 2018

10:42 a.m.
Ya se acerca el fin de todas las cosas: por eso, tengan la moderación y la sobriedad necesarias para poder orar. Sobre todo, ámense profundamente los unos a los otros, porque el amor cubre todos los pecados. Practiquen la hospitalidad, sin quejarse. Pongan al servicio de los demás los dones que han recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que ha recibido el don de la Palabra, que la enseñe como Palabra de Dios. El que ejerce un ministerio, que lo haga como quien recibe de Dios ese poder, para que Dios sea glorificado en todas las cosas, por Jesucristo. ¡A él sea la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! Amén. Queridos míos, no se extrañen de la violencia que se ha desatado contra ustedes para ponerlos a prueba, como si les sucediera algo extraordinario. Alégrense en la medida en que puedan compartir los sufrimientos de Cristo. Así, cuando se manifieste su gloria, ustedes también desbordarán de gozo y de alegría.

10:42 a.m.
Digan entre las naciones: «El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud.» Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él; regocíjese el campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque. Griten de gozo delante del Señor, porque él viene a gobernar la tierra: Él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

10:42 a.m.
Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania. Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre. Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos. Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie más coma de tus frutos". Y sus discípulos lo oyeron. Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, y prohibió que transportaran cargas por el Templo. Y les enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza. Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad. A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz. Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado". Jesús le respondió: "Tengan fe en Dios. Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: 'Retírate de ahí y arrójate al mar', sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá. Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán. Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas". Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes.

10:42 a.m.
        «No era tiempo de higos». El apóstol interpreta este pasaje en la carta a los Romanos: «No quiero que ignoréis, hermanos, que el endurecimiento vino a una parte de Israel, hasta que entrase la plenitud de las naciones. Cuando haya entrado la plenitud de las naciones, entonces todo Israel será salvo».Si el Señor hubiera encontrado frutos en esa higuera, no hubiera entrado primero la plenitud de las naciones. Pero como entró esta plenitud de las naciones, todo Israel se salvará al final... Después, también Juan en su Apocalipsis dice: de la tribu de Judá habrá doce mil creyentes, de la tribu de Rubén doce mil creyentes, y del mismo modo habla de las restantes tribus; suman en total ciento cuarenta y cuatro mil todos los creyentes...         Si Israel hubiese creído, nuestro Señor no hubiese sido crucificado, y si nuestro Señor no hubiese sido crucificado, la multitud de los gentiles no se hubiese salvado. Creerán los judíos, por tanto, pero creerán al fin del mundo. No era tiempo para que creyeran en la cruz...Su infidelidad es nuestra fe, su ruina nuestra elevación. No era el tiempo de ellos, para que fuera nuestro tiempo.

10:42 a.m.
Moisés fue a comunicar al pueblo todas las palabras y prescripciones del Señor, y el pueblo respondió a una sola voz: "Estamos decididos a poner en práctica todas las palabras que ha dicho el Señor". Moisés consignó por escrito las palabras del Señor, y a la mañana siguiente, bien temprano, levantó un altar al pie de la montaña y erigió doce piedras en representación a las doce tribus de Israel. Después designó a un grupo de jóvenes israelitas, y ellos ofrecieron holocaustos e inmolaron terneros al Señor, en sacrificio de comunión. Moisés tomó la mitad de la sangre, la puso en unos recipientes, y derramó la otra mitad sobre el altar. Luego tomó el documento de la alianza y lo leyó delante del pueblo, el cual exclamó: "Estamos resueltos a poner en práctica y a obedecer todo lo que el Señor ha dicho". Entonces Moisés tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: "Esta es la sangre de la alianza que ahora el Señor hace con ustedes, según lo establecido en estas cláusulas".

10:42 a.m.
¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? Alzaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor. ¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos! Yo, Señor, soy tu servidor, tu servidor, lo mismo que mi madre: por eso rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, e invocaré el nombre del Señor. Cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo.

10:42 a.m.
Cristo, en cambio, ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes futuros. El, a través de una Morada más excelente y perfecta que la antigua -no construida por manos humanas, es decir, no de este mundo creado- entró de una vez por todas en el Santuario, no por la sangre de chivos y terneros, sino por su propia sangre, obteniéndonos así una redención eterna. Porque si la sangre de chivos y toros y la ceniza de ternera, con que se rocía a los que están contaminados por el pecado, los santifica, obteniéndoles la pureza externa, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por obra del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para permitirnos tributar culto al Dios viviente! Por eso, Cristo es mediador de una Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a fin de que, habiendo muerto para redención de los pecados cometidos en la primera Alianza, los que son llamados reciban la herencia eterna que ha sido prometida.

10:42 a.m.
El primer día de la fiesta de los panes Acimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?". El envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: '¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?'. El les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario". Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen, esto es mi Cuerpo". Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: "Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios". Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.

10:42 a.m.
El Ángel había anunciado a la Virgen María los misterios. Para afianzar su fe mediante algún ejemplo, él anunció la maternidad de una mujer estéril y ya entrada en años, manifestando así que Dios puede hacer todo cuanto le place. Desde que lo supo, María se dirige a las montañas... con el regocijo de su deseo, como quien cumple un piadoso deber, presurosa por el gozo...La gracia del Espíritu santo ignora a los lentos... Bien pronto se manifiestan los beneficios de la llegada de María y de la presencia del Señor.«La criatura saltó de gozo en el seno de Isabel, y ella quedó llena del Espíritu Santo...¡Dichosa, dice ella, tú que has creído!» Dichosos también vosotros, porque habéis entendido y creído; pues toda alma creyente concibe y engendra la palabra de Dios y reconoce sus obras. Que en cada uno resida el alma de María para glorificar al Señor; que en cada uno esté el espíritu de María para alegrarse en Dios. Porque si corporalmente no hay más que una madre de Cristo, en cambio, por la fe, Cristo es el fruto de todos; pues toda alma recibe al Verbo de Dios, a condición de que, sin mancha y preservada de los vicios, guarde castidad con una pureza intachable. Toda alma, pues, que llega a tal estado proclama la grandeza del Señor, igual que el alma de María la ha proclamado, y su espíritu se ha alegrado en Dios Salvador. Nosotros leemos en otro lugar:«Proclamad conmigo la grandeza del Señor»(Ps 33, 4). El Señor, en efecto es engrandecido no porque la palabra humana le pueda añadir algo, sino porque él queda engrandecido en nosotros. Pues «Cristo es la imagen de Dios»(2Co 4,4; Col 1,15).Y por esto, el alma que obra justa y religiosamente engrandece esa imagen de Dios, -a cuya semejanza ha sido creada- y, al engrandecerla, también la misma alma queda engrandecida por una participación de la grandeza divina.

10:48 a.m.
Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto, predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes. Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios. Por su obediencia a la verdad, ustedes se han purificado para amarse sinceramente como hermanos. Amense constantemente los unos a los otros con un corazón puro, como quienes han sido engendrados de nuevo, no por un germen corruptible, sino incorruptible: la Palabra de Dios, viva y eterna. Porque toda carne es como hierba y toda su gloria como flor del campo: la hierba se seca y su flor se marchita, pero la Palabra del Señor permanece para siempre. Esta es la Palabra que les ha sido anunciada, la Buena Noticia.

10:48 a.m.
¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! El reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti. El asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente; Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos.

10:48 a.m.
Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: "Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos: ellos se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará". Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir". El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?". Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?". "Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados". Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

10:48 a.m.
    El Señor eterno se ha dignado presentarse ante nosotros, primero como un pequeño niño en un establo, después como un simple obrero en un taller, más tarde como un criminal muriendo en la cruz, y finalmente como pan en una ofrenda. Aspectos numerosos, aspectos intencionales de Jesús, aspectos que no tienen más que un efecto: el de mostrar el amor que tiene por nosotros.     Oh, Señor, ¿puedes inventar alguna cosa más para que te amemos? “Aquel día diréis: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso” (Isaías 12,4). Almas redimidas, dad a conocer por todas partes las obras de amor de este Dios lleno de amor. Él las concibió y realizó para que todos los hombres se amaran, Él que, tras haberlos colmado de sus favores, se donó a sí mismo, ¡y de tantas maneras!     “Enfermo o herido, ¿deseas curarte? Jesús es la medicina”: Él te sana con su sangre. ¿La fiebre te quema? Él es la fuente refrescante. ¿Te atormentan las pasiones y problemas de este mundo? Él es la fuente de los consuelos espirituales y del verdadero bienestar. “¿Temes a la muerte? Él es la vida. ¿Aspiras a llegar al cielo? Él es el camino (Juan, 14,6)”: palabra de San Ambrosio. Jesucristo no solo se dio a todos los hombres en general; él se da también a cada uno en particular. Por eso San Pablo dijo: “Él me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2,20). Y San Juan Crisóstomo afirma que “Dios nos ama tanto a cada uno de nosotros como a toda la humanidad”. Así, mi querido hermano, si hubieras estado solo en el mundo, el divino Redentor habría venido, habría dado su sangre y su vida solo por ti.    

2:09 a.m.
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*8° Martes Tiempo Ordinario*
*El Evangelio de hoy*
*Marcos 10, 28-31*

En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.
Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros”.

*Reflexión:*
Este pasaje, usado de manera ordinaria por la pastoral vocacional referido a dejar casa y familia por seguir al Señor, pude tener un significado más profundo para todos nosotros. Recordemos que el contexto es la negación del hombre que no ha querido dejar aquello que lo ataba para seguir a Cristo. Es por ello que Pedro dice a Jesús que él y sus compañeros sí lo han dejado todo por seguirlo.
En este contexto podemos pensar que la pregunta de Pedro está también referida a aquellos que, aun haciendo un fuerte sacrificio y con todo el dolor que puede implicar han dejado lo que los detenía para seguir al Señor. No se trata, pues, de dejar nuestras casas, a nuestras familias y todo lo que se posee, sino de dejar aquello que nos impide responderle con más generosidad al Señor. Jesús espera de nosotros una respuesta total.
Esto, por un lado nos llenará de dones y gracias, dándonos la paz y la alegría (manifestada en el pasaje como el ciento por uno, figura de abundancia y plenitud); y por otro lado, nos convertirá en buenos instrumentos para que el mensaje del evangelio se difunda en nuestros ambientes. Piensa entonces, por un momento qué cosas te ayudarían a responder con más generosidad al llamado de Dios.
(Evangelización Activa).

*Oración:*
Señor Jesús, que eres fuente de toda bondad y bien, ayúdanos a ser semejantes a ti, viviendo en la fidelidad a tu palabra y en constante justicia, misericorida y solidaridad para el bien de nuestros hermanos.

*Acción:*
El día de hoy obraré en justicia en todas mis relaciones con mis semejantes.
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*”Nuntium Verbi Dei”*
_”Mensaje de la palabra de Dios”_
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