05/29/17

11:25 p.m.

Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Quiero, Señor, estar contigo en este rato de intimidad. Solos, Tú y yo. Quiero decirte lo mucho que te quiero, y mostrarte el deseo por ser mejor. Permíteme en esta oración conocerte y amarte un poco más. Haz que este rato colabore a aumentar en mí esa experiencia personal de Ti y de tu amor. Señor, no permitas que nadie me arrebate de tu amistad y ayúdame a serte fiel en todo momento.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 17, 1-11

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora Padre, glorifícame en ti con la gloria que tenía, antes de que el mundo existiera.

He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.

Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío. Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo, pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

La vida eterna es un deseo que arde en el interior de cada hombre. También dentro de mí está este grande anhelo, aunque no siempre lo piense o lo sienta.

En este pasaje me das una señal de lo que significa la vida eterna. Hoy me dices que la vida eterna consiste en el conocimiento tuyo. A veces puedo pensar que la vida eterna inicia después de la muerte y es algo totalmente incomprensible. Pero me dices, que no es del todo así.

La vida eterna inicia desde esta vida; más si se piensa desde esta perspectiva que me enseñas hoy. Puedo conocerte y amarte desde ya, entonces la vida eterna ha iniciado para mí. Lo que venga después de la muerte será la continuación y la plenitud de lo que he venido haciendo en esta tierra.

Conocerte y amarte es la vida eterna. Qué bello es pensar en el momento en que me encontraré contigo cara a cara. Entonces no serás para mí un desconocido, sino mi amado. Allí podré tocarte, verte, abrazarte y decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que anhelé conocerte plenamente, que quise conocerte directamente.

Dame la gracia, Señor, de conocerte desde esta vida. Haz que arda en mi interior el celo porque más y más hombres puedan vivir la vida eterna gracias a mi predicación de tu Reino. Inflama, Señor, mi corazón de amor por Ti.

"Antes de la Pasión, Jesús pre-anuncia que será "glorificado" en la cruz: ahí aparecerá su gloria. Pero es una gloria nueva: la gloria mundana se manifiesta cuando se es importante, admirado, cuando se tiene bienes y éxito. En cambio, la gloria de Dios se revela en la cruz: es el amor, que ahí resplandece y se difunde. Es una gloria paradójica: sin fragor, sin ganancia y sin aplausos. Pero sólo esta gloria hace el Evangelio fecundo."
(Discurso de S.S. Francisco, 18 de marzo de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hablaré de Jesús a alguno de mis familiares.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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10:48 p.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza_

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*7° Martes de Pascua*

*El Evangelio de hoy*

*Juan 17, 1-11*
En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame en ti con la gloria que tenía, antes de que el mundo existiera.

He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.

Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío. Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo, pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo”.

*Reflexión:*

A lo largo de nuestro día, es increíble la cantidad de información que podemos recibir. La radio, la TV, los periódicos, la Internet, nuestras relaciones de trabajo o escolares buscan convencernos de actitudes, necesidades, acontecimientos.

Muchas veces no importa la fuerza del argumento sino la fuente de la que provino: “es que lo dijo fulano” o “es que lo leí en tal libro, periódico” o “es que lo dijo el maestro o el jefe de la oficina”. Hoy Jesús en el evangelio nos dice: “Yo les he comunicado las palabras que me diste”. Es decir, la palabra escrita en la Biblia no tiene la autoridad del editor, sino la autoridad de Dios. Por eso en la liturgia, cuando se proclama la palabra se dice, sin importar quien la escribió (Isaías, Mateo, Pedro, Pablo): “Palabra de Dios”. 

Sin embargo, todavía hay quienes la discuten, la ponen en duda, la comparan con otros “autores”, y finalmente quienes, el hecho de que sea “palabra de Dios”, les tiene sin cuidado. No olvidemos que la “Revelación” no solamente busca informarnos el pensamiento de Dios, sino instruirnos y ayudarnos para que nuestra vida alcance la plenitud. En definitiva, busca convencernos que sólo en Dios está la verdadera felicidad. Pidamos al Espíritu Santo que venga a nuestro corazón y nos convenza de la importancia de tomar en serio la Palabra de Dios.

(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús, dame tu gracia, y lléname de tu Espíritu Santo para que con valentía y entusiasmo lleve el anuncio de tu Palabra a todos aquellos que​ no te conocen, para que todos por mi medio, te conozcan y te amen. Amén.
*Acción:*

Hoy revisaré en cuáles de mis responsabilidades diarias no estoy dando el cien por ciento de mi capacidad, y veré la manera de hacerlo como testimonio de mi vida cristiana.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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11:24 a.m.
Pablo, desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Efeso. Cuando estos llegaron, Pablo les dijo: "Ya saben cómo me he comportado siempre con ustedes desde el primer día que puse el pie en la provincia de Asia. He servido al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas, en medio de las pruebas a que fui sometido por las insidias de los judíos. Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil: les prediqué y les enseñé tanto en público como en privado, instando a judíos y a paganos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús. Y ahora, como encadenado por el Espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que me sucederá allí. Sólo sé que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas y tribulaciones me esperan. Pero poco me importa la vida, mientras pueda cumplir mi carrera y la misión que recibí del Señor Jesús: la de dar testimonio de la Buena Noticia de la gracia de Dios. Y ahora sé que ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino, no volverán a verme. Por eso hoy declaro delante de todos que no tengo nada que reprocharme respecto de ustedes. Porque no hemos omitido nada para anunciarles plenamente los designios de Dios."