12/22/17

11:33 p.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

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              *”Verbum Spei”*

      _”Palabra de Esperanza”_

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*3° Sábado Adviento*

*El Evangelio de hoy*

*Lucas 1, 57-66*
Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.

A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: “No. Su nombre será Juan”. Ellos le decían: “Pero si ninguno de tus parientes se llama así”.

Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.

Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: “¿Qué va a ser de este niño?” Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.

*Reflexión:*

El Evangelio de hoy nos presenta la gran alegría que trajo para toda la comarca el nacimiento de Juan el Bautista, el Precursor del Salvador. Si algo le está haciendo falta hoy al mundo es esta “alegría” que nace del corazón.

Es necesario que cada uno de nosotros nos convirtamos en el instrumento de Dios para que la gente se dé cuenta de que la presencia de Cristo en el mundo es una realidad y que él es la única posibilidad que tiene para ser verdaderamente feliz. Nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra sencillez ante las cosas y el mundo, son la mejor invitación para que el mundo crea.

Zacarías, no podía hablar, así que tomó lo que tenía a la mano y así el plan de Dios continuó adelante; y nos dice que en ese momento todos se “maravillaron”. Que estos últimos días antes de nuestra fiesta de Navidad, hagamos lo posible para que la gente se sienta invitada a vivir la Navidad con un espíritu diferente, con paz y con amor. Tú puedes ser el instrumento para que Dios llegue a los corazones.

(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús gracias por todas las bendiciones y cruces que hemos vivido juntos en este año, enséñame a ser portador de tu alegría y a poder escuchar lo que me quieres decir. Amén.
*Acción:*

Hoy procuraré ver los pequeños detalles y ser agradecido para contagiar la alegría de Jesús niño que está cerca.

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      *”Nuntium Verbi Dei”*

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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11:27 p.m.

Por: H. David Mauricio Sánchez Mejía, L.C. | Fuente: missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Querido niño Jesús, me acerco al día de tu nacimiento y te quiero pedir que vengas a habitar en mi corazón. Te agradezco por hacerte hombre para venir a salvarme.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 1,57-66

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.

A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados.

Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va a ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Se acaba el adviento y nos acercamos a la alegría gozosa de la Navidad. Pero primero, la liturgia nos invita a contemplar el nacimiento de otro niño que será el precursor del Mesías.

Juan nace en circunstancias poco comunes: de unos padres ancianos y después del anuncio de un ángel que deja sin habla al padre. Aun así, el resto de sus parientes no se puede aguantar las ganas y se reúnen a discutir cuál será el nombre del niño. Ellos no saben que incluso esto ha sido zanjado por Dios: "lo llamarás Juan" (Lc 1,13). Cada detalle de este nacimiento fue planeado por Dios.

Así como con Juan, Dios se preocupa por cada uno de nosotros, incluso más de lo que imaginamos. Sólo Él nos conoce tal cual somos, con toda nuestra historia, y nos ama por lo que somos: sus hijos, sus hermanos, sus amigos.

Ésta es una de las verdades más importantes que debemos grabar en nuestro corazón: Él "me amó y se entregó por mí".

Que sea, pues, el Espíritu Santo quien guíe nuestros pasos: Él es el amor, él es la misericordia que se comunica a nuestros corazones. No pongamos obstáculos a su acción vivificante, sino sigámoslo dócilmente por los caminos que nos indica. Permanezcamos con el corazón abierto, para que el Espíritu pueda transformarlo; y así, perdonados, reconciliados, inmersos en las llagas del Señor, seamos testigos de la alegría que brota del encuentro con el Señor Resucitado, vivo entre nosotros.
(S.S. Francisco, 2 de abril de 2016)

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Ante los imprevistos y contrariedades de este día, recitaré la jaculatoria: Señor, aumenta mi fe.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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