*”Verbum Spei”*
_”Palabra de Esperanza”_
*25 Domingo Tiempo Ordinario*
*El Evangelio de hoy*
*Lucas 8, 4-15 *
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador‘. Entonces el administrador se puso a pensar: ‘¿Qué voy hacer ahora que me quiten el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan‘.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?‘ El hombre respondió: Cien barriles de aceite‘. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta‘. Luego preguntó al siguiente: ‘Y tú, ¿cuánto debes?‘ Este respondió: ‘Cien sacos de trigo‘. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y haz otro por ochenta‘.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz”.
*Reflexión:*
Dos viejos rivales son Dios y el dinero. Jesús de Nazaret nos pide que no adoremos al dinero, que no lo convirtamos en un ídolo que esclaviza. Jesús es capaz de reconocer el ingenio del administrador infiel quien ha sabido sortear el poder del vil metal y utilizarlo en su provecho. Si escuchamos con especial atención a Jesús en la parábola del administrador astuto sacaremos una gran enseñanza, nos resulten algo sorprendentes …
Cristo nos ha advertido que no se puede servir a dos amos, que no se puede servir a Dios y al dinero, pero parece que el hombre se empeña en hacer todo lo contrario; pretende servir al dinero e incluso servirse de Dios. Hoy el hombre está más pendiente de la bolsa de valores o de la equivalencia del dólar, que de socorrer a los pobres, “la caja de caudales celestial” como decía San Francisco. Hoy el hombre no puede guardar, ya no se puede guardar, pero pretende disfrutar y tener la mejor posición aunque para eso tenga que pasar por sobre sus propios hermanos.
*Oración:*
Señor Jesús, por esta magnífica lección que nos das! Cada vez que
leo, medito y acojo tu Palabra estoy recibiendo en mí un puñadito de semilla de vida eterna. ¡Ayúdame, Señor Jesús, a vivir esa semilla que Tú siembras en mí: que la escuche, la guarde, la medite, la viva y la comunique.
*Acción:*
Pediré a aprender la lección del Evangelio y dame la fuerza para saber renunciar a todo lo que me aparte del fruto que mi semilla puede y debe dar.
*”Nuntium Verbi Dei”*
_”Mensaje de la palabra de Dios”_