04/15/17

11:27 p.m.

Por: H. Cristian Gutiérrez LC | Fuente: www.missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Creo en Ti, Señor. Sé que eres una persona viva y real que me escuchas en este momento y que siempre me acompañas. Gracias por haber resucitado, Jesús. Gracias por haber salido victorioso del sepulcro porque de esta manera has dado sentido a toda mi existencia. Aumenta mi fe, mi confianza en Ti y mi caridad. Concédeme un celo ardiente para predicarte a todos los que no te conocen o necesitan de Ti.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.

En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos. 

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Son acciones que iluminan mi oración de hoy. Los dos apóstoles realizan los mismos gestos y ambos entienden que no estás muerto, sino que has resucitado. Tal vez esto me ayude también a mí a descubrirte vivo en mi vida.

Correr. Es la reacción inmediata que Pedro y Juan tienen al escuchar el testimonio de María Magdalena. Ellos corren al sepulcro como quien corre al encuentro de lo deseado por mucho tiempo. Corren tal vez por curiosidad. Corren por que tienen esperanza, tienen la ilusión de encontrar, encontrar un muerto o un vivo, pero siempre encontrar algo. Correr puede expresar esa sed que llevo en mi alma de salvación, de amor, de vida eterna. Correr es símbolo del deseo de Dios. ¿Sigo corriendo en mi vida, es decir, deseando encontrarte?

Entrar. Es la actitud ante tus planes. Pedro y Juan tienen que entrar en el sepulcro. Entrar para los apóstoles fue comprobar que sus ideas, planes y pensamientos no eran los mismos que los tuyos. Ellos esperaban hallarte muerto, y sin embargo no fue así. En mi vida entro cuando sé descubrir lo que quieres de mí y me dejo sorprender por tus designios. Entrar es vivir en la búsqueda de tu Voluntad y dejarme sorprender y guiar.

Ver. Los dos discípulos ven los lienzos. Ver es algo fundamental. Ellos no te ven a Ti. Ven los lienzos en los que habían envuelto tu cadáver, y por ellos es que pueden luego creer en que sigues vivo. Esto en mi vida se puede manifestar en mi capacidad de ver los instrumentos que vas poniendo en mi vida para que pueda llegar a Ti: una oración bien hecha, los sacramentos, un director espiritual, el sabio consejo de un amigo, etc… Todos ellos son los lienzos que me ayudan a descubrirte vivo y operante en mi existencia.

Creer. Es la última acción y no por ello la menos importante. Necesito creer de verdad que estás vivo. A ello se llega por el deseo de Ti que arde en mi interior, por la Providencia divina que actúa en mi vida, por los instrumentos que pones en mi camino para mostrarte cercano. Creer es don tuyo. Creer no es sólo acto de conocimiento, es acto de donación, es acto de entrega, es acto de destapar el regalo que me fue dado en el bautismo. Es lanzarse hacia lo que no se ve con certeza de que no seré defraudado. 

Ayúdame Señor a creer en Ti. Gracias por la salvación que has logrado para mí. Y permíteme hacer una experiencia de tu existencia real y operante en mi vida.

Así como los Apóstoles en la mañana de Pascua, no obstante las dudas e incertidumbres, corrieron hasta el lugar de la resurrección atraídos por el amanecer feliz de una nueva esperanza, así también sigamos nosotros en este santo domingo la llamada de Dios a la comunión plena y apresuremos el paso hacia ella.
(Homilía de S.S. Francisco, 26 de junio de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy pediré a Dios por los frutos de las misiones de Evangelización del Regnum Christi.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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11:14 a.m.
Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo: "Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas, "Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. El pasó haciendo el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. Y ellos lo mataron, suspendiéndolo de un patíbulo. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios: a nosotros, que comimos y bebimos con él, después de su resurrección. Y nos envió a predicar al pueblo, y atestiguar que él fue constituido por Dios Juez de vivos y muertos. Todos los profetas dan testimonio de él, declarando que los que creen en él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre".

11:14 a.m.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas.» La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos.

11:14 a.m.
Hermanos: Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria.

11:14 a.m.
El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.

11:14 a.m.
¡Que todo hombre piadoso y amigo de Dios se goce en esta bella y luminosa fiesta de Pascua! ¡Que todo fiel servidor entre con alegría en el gozo de su Señor! (Mt 25,23). El que ha soportado el peso del ayuno, que venga ahora a recibir su recompensa. El que ha trabajado desde la hora primera, que reciba hoy el justo salario (Mt 20,1s). El que ha venido después de la hora tercera, que celebre esta fiesta en acción de gracias. El que ha llegado después de la hora sexta, que no tema, no será abandonado. Si alguno no ha llegado hasta la hora novena, que se acerque sin dudar. Si todavía hay alguno que se ha rezagado hasta la hora undécima, que no se avergüence de su tibieza, porque el Maestro es generoso y recibe al último igual que al primero…, tiene misericordia de aquél, y colma a éste. A uno le da, al otro lo favorece… Así pues, ¡entrad todos en el gozo de vuestro Amo! Primeros y últimos…, ricos y pobres…, vigilantes y holgazanes…, los que habéis ayunado y los que no lo habéis hecho, alegraos todos hoy. El festín está a punto, venid, pues, todos (Mt 22,4). El ternero cebado está servido, que nadie se marche hambriento. Gozad todos del banquete de la fe, venid a sacar el tesoro del pozo de la misericordia. Que nadie deplore su pobreza, porque el Reino ha llegado para todos; que nadie se lamente de sus faltas, porque el perdón ha brotado del sepulcro; que nadie tema la muerte, porque la muerte del Señor nos ha librado de ella. Ha destruido la muerte Aquél que la muerte le había apresado, ha despojado al infierno, Aquél que ha descendido a los infiernos… Ya Isaías lo había predicho diciendo: “El infierno se consternó al encontrarte” (14,9). El infierno se ha llenado de amargura…, porque ha  sido abatido; humillado, porque ha sido condenado a muerte; hundido, porque ha sido aniquilado. Quiso arrebatar un cuerpo y se encontró delante de Dios; cogió lo que era terrestre y se encontró con cielo; tomó lo que era visible, y cayó a causa del Invisible. “¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?” (1C 15,55). ¡Cristo ha resucitado y tú has sido derribada! ¡Cristo ha resucitado y los demonios han caído! ¿Cristo ha resucitado y los ángeles se gozan! ¡Cristo ha resucitado y he aquí que reina la vida! ¡Cristo ha resucitado y ya no hay más muertos en las tumbas, porque Cristo, resucitado de entre los muertos, es la primicia de los que se durmieron. A Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.

1:24 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount


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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza_
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*Vigila Pascual*

*El Evangelio de hoy*

*Mateo 28, 1-10*
Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo un gran terremoto, pues el Ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella.

Su rostro brillaba y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: “No teman. Ya sé que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí; ha resucitado, como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto. Y ahora, vayan de prisa a decir a sus discípulos: ‘Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a Galilea; allá lo verán’. Eso es todo”.

Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y llenas de temor y de gran alegría, corrieron a dar la noticia a los discípulos. Pero de repente Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. Entonces les dijo Jesús: “No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea; allá me verán”.

*Reflexión:*

La muerte en cruz no ha sido la última palabra sobre Jesús, su vida, su mensaje. ¡Ha resucitado! Ha empezado algo nuevo. Jesús ya no está entre los muertos. Jesús continúa siendo el camino a seguir: “Va por delante de ustedes a Galilea”. Ha pasado el día de reposo de los judíos, el día en que Jesús ha reposado, muerto, en el sepulcro. El primer día de la semana empieza a despuntar. Mateo no se olvida de poner como testigos a dos mujeres, porque sólo el testimonio de dos es válido para el judío. Las dos mujeres, que se habían quedado sentadas ante el sepulcro, ahora vuelven a ir para ver el sepulcro, para ver el lugar donde reposa aquel a quien habían seguido. De repente, todo cambia. Dios interviene de forma extraordinaria. El terremoto, el ángel del Señor resplandeciente extraordinariamente, la piedra gira, los guardias quedan como muertos. Dios interviene. Nadie ve su acción, pero el ángel del Señor, aquel que habla en nombre de Dios, explica a las mujeres lo que ha pasado.

*Oración:*

Señor Jesús, hoy voy a dedicar un momento para visitar a alguna persona que esté sufriendo por la tristeza o la enfermedad, para transmitirle el amor mediante pequeños detalles de caridad. Amén.
*Acción:*

Hoy no podemos hacer otra cosa más que contemplar, conmocionados, a nuestro Dios y Señor que se levanta victorioso para declarar que Él reina. En el silencio de la noche brilla el amor que vence sobre el odio. Cantemos con gozo este gran prodigio.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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Hermanos Franciscanos

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