07/29/13

10:53 a.m.
Moisés tomó la Carpa. la instaló fuera del campamento, a una cierta distancia, y la llamó Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al Señor debía dirigirse a la Carpa del Encuentro, que estaba fuera del campamento. Siempre que Moisés se dirigía hacia la Carpa, todo el pueblo se levantaba, se apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con la mirada a Moisés hasta que él entraba en ella. Cuando Moisés entraba, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la Carpa del Encuentro, mientras el Señor conversaba con Moisés. Al ver la columna de nube, todo el pueblo se levantaba, y luego cada uno se postraba a la entrada de su propia carpa. El Señor conversaba con Moisés cara a cara, como lo hace un hombre con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero Josué - hijo de Nun, su joven ayudante - no se apartaba del interior de la Carpa. El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor. El Señor pasó delante de él y exclamó: "El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad. El mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la culpa, la rebeldía y el pecado; sin embargo, no los deja impunes, sino que castiga la culpa de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación." Moisés cayó de rodillas y se postró, diciendo: "Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia". Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez Mandamientos. July 28, 2013 at 05:00PM

10:53 a.m.
El Señor obra en justicia y a los oprimidos les da lo que es debido. Reveló sus caminos a Moisés y a los hijos de Israel sus proezas. El Señor es ternura y compasión, lento a la cólera y lleno de amor; si se querella, no es para siempre, si guarda rencor, es sólo por un rato. No nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras ofensas. Cuanto se alzan los cielos sobre la tierra tan alto es su amor con los que le temen. Como el oriente está lejos del occidente así aleja de nosotros nuestras culpas. Como la ternura de un padre con sus hijos es la ternura del Señor con los que le temen. July 28, 2013 at 05:00PM

10:53 a.m.
Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña en el campo". El les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga! July 28, 2013 at 05:00PM

10:53 a.m.
“El mundo fue creado en vistas a la Iglesia”, decían los cristianos de los primeros tiempos. (Hermas) Dios creó al mundo en vistas a la comunión de vida con él, comunión que se realiza por la convocación de los hombres en Cristo y esta “convocación” (ecclesia) es la Iglesia. La Iglesia es el fin de toda cosa, y las vicisitudes dolorosas, como la caída de los ángeles y el pecado del hombre, los permitió Dios como ocasión y medio para desplegar toda la fuerza de su brazo (Lc 1,51) toda la medida de amor que quería entregar al mundo: “Lo mismo que la voluntad de Dios es un acto y esta voluntad se llama “mundo”, así su intención es la salvación de los hombres, y ésta se llama Iglesia” (Clemente de Alejandría). En el mismo instante en que el hombre comete el pecado que destruye la comunión del hombre con Dios y entre ellos mismos, empieza la convocación del pueblo de Dios: la convocación de la Iglesia es, para decirlo de alguna manera, la reacción de Dios al caos provocado por el pecado. Esta reunificación se realiza secretamente en el seno de todos los pueblos. “En cualquier nación, el que respeta a Dios y obra rectamente le es grato.” (Hch 10,35) La convocación remota del pueblo de Dios empieza con la vocación de Abrahán al que Dios promete que será padre de una multitud de pueblos (Gn 12,2) La preparación inmediata comienza con la elección de Israel como pueblo de Dios (Ex 19,5). Por su elección, Israel debe ser el signo de la convocación futura de todas las naciones. (Is 2,2)... Compete al Hijo realizar en la plenitud del tiempo el plan de salvación de su padre. Este es el motivo de su misión... Cristo inaugura el reino de los cielos en la tierra. La Iglesia “es el reino de Cristo misteriosamente presente ya ahora” (Vaticano II, LG3)... “La Iglesia...llegará a su consumación al final del los tiempos.” (cf LG 48) cuando el retorno de Cristo glorioso... La Iglesia espera ansiosa esta venida del reino en plenitud. Esta consumación gloriosa de la Iglesia, y a través de ella, la del mundo, no se realizará sin grandes pruebas. Sólo así “todos los justos, desde Adán, desde Abel, el justo, hasta el último elegido se encontrarán reunidos en la Iglesia universal junto al Padre” (LG 2). July 28, 2013 at 05:00PM

1:24 a.m.
Del santo Evangelio según san Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas».

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Ya sé que resucitará en la resurrección del último día». Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y crea en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?». Ella contestó: «Sí, Señor. Creo firmemente que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».


Oración introductoria


Señor Jesús, tu resurrección es la prueba más grande de que el amor puede triunfar en el mundo y en mi vida. Tú me enseñas que el amor es más fuerte y que contigo es siempre posible volver a empezar y trabajar por un mundo basado en la caridad. Ilumina mi oración para vivir este día, y toda mi vida, de cara a la eternidad.


Petición


Señor, ven a mi corazón para que nazca en mí la vida nueva que me has ganado por tu cruz y resurrección.


Meditación del Papa


Nos encontramos frente al misterio último de nuestra existencia: "Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?". Para la comunidad cristiana es el momento de volver a poner con sinceridad, junto con Marta, toda la esperanza en Jesús de Nazaret: "Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo". La comunión con Cristo en esta vida nos prepara a cruzar la frontera de la muerte, para vivir sin fin en él. La fe en la resurrección de los muertos y la esperanza en la vida eterna abren nuestra mirada al sentido último de nuestra existencia: Dios ha creado al hombre para la resurrección y para la vida, y esta verdad da la dimensión auténtica y definitiva a la historia de los hombres, a su existencia personal y a su vida social, a la cultura, a la política, a la economía. Privado de la luz de la fe todo el universo acaba encerrado dentro de un sepulcro sin futuro, sin esperanza. (Benedicto XVI, 22 de febrero de 2011).


Reflexión


Decía santo Tomás de Aquino: "Tan sólo un necio trata de consolar a una madre ante su hijo muerto". Estas palabras surgen como fruto directo de la contemplación de este pasaje en el que Jesús, frente al sepulcro de su amigo Lázaro, derrama unas de las pocas lágrimas que aparecen expresamente en el evangelio.


Jesús es consciente del valor de la vida frente a la eternidad y la muerte. Sabe que el alma de Lázaro reposa esperando, como la del resto de los hombres, el momento sublime de la redención. Sin embargo, Jesús también es un hombre. Lo que en un primer momento no le cuesta aplazar cuatro días, más tarde se transformará en lágrimas y llanto: la contemplación del sepulcro de su amigo.


El regreso a la vida de Lázaro es un anticipo, una profecía, de lo que será en el futuro la resurrección de los muertos. Los amigos de Jesús, sus íntimos, sus más queridos, volverán a la vida ante el asombro de sus enemigos y las miradas mezquinas de los que en vida no acogieron a Jesús en su corazón.


Pidamos a Cristo en este día que guarde un puesto para nosotros en su corazón. Digámosle con todo nuestro ánimo que queremos ser sus amigos y sus íntimos.


Diálogo con Cristo


Jesús, Tú me amas tanto que, con tal de salvarme, venciste el miedo al sufrimiento y a la muerte. Yo también, Jesús, quiero vivir así, sin temer a la renuncia o el desprendimiento, con tal de vivir en tu gracia y así poder acercar a otros a tu amor, especialmente a aquellos miembros de mi familia que se encuentran alejados de tu amor.


Propósito


Visitar a esa persona enferma o solitaria que sé que nadie visita, para darle ánimo.



July 29, 2013 at 12:53AM

Hermanos Franciscanos

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