Un encuentro “familiar” entre amigos: el Papa visita a monjas agustinas que conoce desde hace años
Encuentro del Papa con las monjas de Montefalco / Crédito: Vatican Media“Un momento de gran familiaridad”. Así describió la abadesa María Cristina Daguati, del convento agustino en Montefalco, la visita del Papa León XIV este jueves.
Después de visitar la tumba de San Francisco en Asís y reunirse con los obispos italianos, el Papa viajó a la ciudad italiana de Montefalco para celebrar Misa en el monasterio de las monjas agustinas, erigido en el siglo XIII y uno de los centros espirituales más antiguos y significativos de la región de Umbría.
El Papa llegó en helicóptero a esta ciudad, conocida por su arquitectura medieval, y aterrizó en el campo deportivo, donde fue recibido por el alcalde Alfredo Gentili y el teniente alcalde Daniele Morici.
A las puertas del monasterio —donde actualmente viven 13 monjas— se agolparon los vecinos de esta pequeña región de Perugia que esperaban su llegada con gran expectación.
“Lo conocemos desde hace años; fue un momento de familiaridad. Tiene una personalidad muy tranquila”, detalló la Madre María Cristina en declaraciones a Vatican News.
León XIV ya había estado en el convento cuando ejercía como superior de la Orden de San Agustín y, este 20 de noviembre, regresó como Papa, convirtiéndose en el primer Pontífice en hacerlo.
Este convento está intrínsecamente ligado a la figura de Santa Clara de Montefalco (1268-1308), también conocida como Santa Chiara della Croce (Santa Clara de la Cruz), una mística agustina cuya vida contemplativa dejó una huella profunda en la tradición espiritual de la Iglesia Católica.
“Es una gran amistad, porque obviamente lo conocemos desde hace muchos años, así que diría que todo se desarrolló en un ambiente de gran familiaridad”, precisó la abadesa.
El Papa conversó con las monjas agustinas, luego celebró Misa y compartió con ellas el almuerzo. Para las religiosas, fue “un día muy sencillo” con “un hombre encantador y afable” con una “personalidad tranquilizadora”.
“El Papa León XIV trae consigo una gran atmósfera de oración. Así que no es que nos haya incomodado demasiado, fue realmente hermoso”, agregó Daguati.
Antes del almuerzo, el Papa celebró Misa en la iglesia del convento, construida en el siglo XVII y diseñada por el arquitecto peruano Valentino Martelli.
Antes de regresar al Vaticano, las monjas entregaron al Papa el calendario de 2026 titulado “Hacia una paz desarmada y desarmante”, con textos de sus discursos y homilías y de San Agustín.
