09/07/21

11:24 a.m.


Así habla el Señor: Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial. Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. El se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y él mismo será la paz! Si Asiria invade nuestro país y pisa nuestros palacios, le opondremos siete pastores y ocho príncipes del pueblo:

11:24 a.m.


Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".

11:24 a.m.


¡Venid, naciones todas; venid, hombres de cualquier raza, de cualquier lengua, de cualquier edad, de cualquier dignidad! ¡Venid con alegría, festejemos la natividad de la que es la alegría del mundo entero! Si incluso los paganos honran el aniversario de su rey... ¿qué deberíamos hacer nosotros para honrar el de la Madre de Dios, por quien toda la humanidad ha sido transformada, por quien el dolor de Eva, nuestra primera madre, ha sido cambiado en gozo? En efecto, Eva escuchó la sentencia de Dios: «Parirás hijos con dolor» (Gn 3,16); y María: «Alégrate, llena de gracia... es Señor está contigo» (Lc 1,28)... Que toda la creación esté de fiesta y cante el santo nacimiento de una santa mujer, porque de ella nace un tesoro imperecedero... Por ella la Palabra creadora de Dios se ha unido a la creación entera, y festejamos el fin de la esterilidad humana, el fin de la enfermedad que nos privaba de poseer el bien... La naturaleza ha cedido paso a la gracia... Tal como la Virgen Madre de Dios debía nacer de Ana, la estéril, también la naturaleza quedó sin dar fruto hasta que la gracia trajo el suyo. Era preciso que abriera el seno de su madre aquella que debía dar a luz al «primogénito de toda criatura» en quien «todo subsiste» (Col 1,15.17). ¡Joaquín y Ana, dichosa pareja! Toda la creación os es deudora; por medio de vosotros ha ofrecido al Creador el mejor de sus dones: una madre digna de veneración, la única madre digna del que la creó.