viernes 27 Noviembre 2015 : Libro de Daniel 7,2-14.

🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
“Verbum Spei”
“Palabra de Esperanza”
verbumspei.wordpress.com
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸
34° Jueves Tiempo Ordinario
El Evangelio de hoy
Lucas 21, 20-28
«Cuando veán a Jerusalén rodeada por ejércitos, sepan entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, recobren el ánimo y levanten la cabeza porque se acerca su liberación».
Reflexión:
Sí, pensamos en el regreso de Cristo y en su juicio final, que manifestará, hasta sus últimas consecuencias, el bien que cada uno habrá realizado o habrá dejado de realizar durante su vida terrena, percibimos que nos encontramos ante un misterio que nos supera, que no conseguimos ni siquiera imaginar.
Pero si reflexionamos bien sobre esta realidad, esta sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser un gran motivo de consuelo y confianza.
A este propósito, el testimonio de las primeras comunidades cristianas resuena muy sugerente. Estas solían acompañar las celebraciones y las oraciones con la aclamación Maranathá, una expresión constituida por dos palabras arameas que se pueden entender como una súplica: “¡Ven, Señor!”, o como una certeza alimentada por la fe: “Sí, el Señor viene, el Señor está cerca”. Es la exclamación con la que culmina toda la Revelación cristiana, al final de la maravillosa contemplación que se nos ofrece en el Apocalipsis de Juan. En ese caso, es la Iglesia-esposa que, en nombre de la humanidad, se dirige a Cristo, su esposo, deseando ser envuelta por el abrazo de Jesús, que es plenitud de vida y de amor.
(Papa Francisco).
Oración:
Señor Jesús, pasajes del Evangelio como el de hoy pueden parecer inquietantes en un primer momento. Pero sabiendo que tengo la enorme gracia de poder tener un momento de intimidad contigo en la oración, lo que hago es levantar la cabeza para estar dispuesto a escucharte, porque sé que Tú eres mi liberación. Amén.
Acción:
Hoy Jesús, pondré en ti toda mi esperanza, por lo mismo te pido ¡aumenta mi confianza!
🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
“Nuntium Verbi Dei
“Mensaje de la palabra de Dios”
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸