05/30/14

11:06 a.m.
¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal. Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos! ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta. Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio.

11:06 a.m.
Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación. Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Y dirán en aquel día: Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre. Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel!

11:06 a.m.
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

11:05 a.m.
«Cantaré eternamente las misericordias del Señor». (Cfr. Sal 89 (88), 2). En estas palabras pascuales de la Iglesia resuenan en la plenitud de su contenido profético las ya pronunciadas por María durante la visita hecha a Isabel, mujer de Zacarías: « Su misericordia de generación en generación ». Ellas, ya desde el momento de la encarnación, abren una nueva perspectiva en la historia de la salvación. Después de la resurrección de Cristo, esta perspectiva se hace nueva en el aspecto histórico y, a la vez, lo es en sentido escatológico. Desde entonces se van sucediendo siempre nuevas generaciones de hombres dentro de la inmensa familia humana, en dimensiones crecientes; se van sucediendo además nuevas generaciones del Pueblo de Dios, marcadas por el estigma de la cruz y de la resurrección, «selladas» a su vez con el signo del misterio pascual de Cristo, revelación absoluta de la misericordia proclamada por María en el umbral de la casa de su pariente: «su misericordia de generación en generación»… Madre del Crucificado…, María pues es la que conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la misericordia…, sabiendo ver primeramente a través de los complicados acontecimientos de Israel, y de todo hombre y de la humanidad entera después, aquella misericordia de la que « por todas la generaciones » nos hacemos partícipes según el eterno designio de la Santísima Trinidad. Madre del Crucificado y del Resucitado; como de aquella que, habiendo experimentado la misericordia de modo excepcional, « merece » de igual manera tal misericordia a lo largo de toda su vida terrena, en particular a los pies de la cruz de su Hijo; finalmente, como de aquella que a través de la participación escondida y, al mismo tiempo, incomparable en la misión mesiánica de su Hijo ha sido llamada singularmente a acercar los hombres al amor que El había venido a revelar: amor que halla su expresión más concreta en aquellos que sufren, en los pobres, los prisioneros, los que no ven, los oprimidos y los pecadores, tal como habló de ellos Cristo (Cfr. Lc 4,18; 7, 22).

12:12 a.m.
Del santo evangelio según San Juan 16, 20-23

Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre.


Oración introductoria


Señor Jesús, con razón me dijiste que habría de llorar y lamentarme en esta tierra. ¿Sabes? Cuando he intentado serte fiel, he sufrido muchas veces a manos de mi egoísmo y mi sensualidad, o a manos de los hombres que no creen en ti. Sin embargo, Señor, tu palabra me sostiene. Sé que ves mi esfuerzo. Sé que estás a mi lado. Gracias, Señor.


Petición


Señor Jesús, ayúdame a reconocer detrás de todo lo que me pasa, bueno o malo, tu mano amorosa que me quiere llevar a la eternidad. Dame fuerza para llevar la cruz que me has dado con una sonrisa en los labios, sabiendo que tú marchas delante de mí con tu cruz.


Meditación del Papa Francisco


Jesús mismo "se llenó de alegría en el Espíritu Santo". Su mensaje es fuente de gozo: "Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena". Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: "Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría". E insiste: "Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría". Después ellos, al verlo resucitado, "se alegraron". El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad "tomaban el alimento con alegría". Por donde los discípulos pasaban, había "una gran alegría", y ellos, en medio de la persecución, "se llenaban de gozo". Un eunuco, apenas bautizado, "siguió gozoso su camino", y el carcelero "se alegró con toda su familia por haber creído en Dios". ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría? (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 5).


Reflexión


Por la gracia de Dios, nosotros hemos tenido la suerte de conocer a Cristo. Caminamos a su lado, caminamos de su mano. Sin embargo, hay muchas personas a nuestro derredor que no lo conocen o lo han dejado de tener presente en sus vidas. No tenemos que ir muy lejos. Posiblemente nuestros propios padres, hermanos o amigos caminan tristes por no ver al Señor que los guía, que los carga en brazos cuando ya no pueden más.


Nosotros lo vemos y ello nos da la felicidad. Sus pies nos enseñan por dónde caminar, sus manos nos ayudan a cargar con nuestros dolores, su aliento nos da fuerza para seguir adelante, sus heridas gloriosas nos dan salvación.


Propósito


Hoy hablaré con una persona sobre el amor que Dios nos ha tenido y cómo las contrariedades de nuestra vida se vuelven más llevaderas si lo vemos siempre a nuestro lado.


Diálogo con Cristo


Señor, gracias porque no me has abandonado en este valle de lágrimas a merced del diablo. Tú has bajado del cielo para enseñarme el camino que lleva al cielo, has muerto para mostrarme que no es esta vida lo importante sino alcanzar con ella el paraíso, y te has quedado en la Eucaristía para ser mi alimento y mi sostén.


Perdóname, Señor, perdón por mi ceguera; pues muchas veces me desanimo, me canso bajo el peso de la cruz. ¡Oh, qué sería de mí si tu no estuvieras a mi lado!


Dame valor para dar testimonio de ti ante los hombres que me encuentre, y ayúdame a mostrarles la alegría de vivir de cara a ti.


Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios (Pastor de Hermas, Mand. 10, 1)



May 29, 2014 at 11:51PM

12:12 a.m.
Del santo Evangelio según San Juan 16, 16-20

Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: «Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver?». Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir». Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: «Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.


Oración introductoria


Jesús mío, Tú, que eres tan grande, me conoces, conoces mi corazón, mis virtudes y mis debilidades. Tú sabes que hay muchas cosas en mi corazón que me inquietan y me acongojan. Todo ello te lo ofrezco para encontrar en ti mi alegría.


Petición


Padre bueno, te pido me des fuerza para enfrentar todas las dificultades que encuentro en mi vida; aumentes mi fe, para que crea en tu palabra; aumentes mi esperanza para que me abandone en ti y confíe plenamente que nada me separará de tu amor


Meditación del Papa Francisco


El Espíritu Santo que guía a la Iglesia, y a cada uno de nosotros, a la Verdad plena. En nuestros días, marcados por el relativismo, es necesario preguntarnos como Pilato: ¿Qué es la Verdad?. La Verdad con mayúsculas no es una idea que nosotros nos hacemos o consensuamos, sino una persona con la que nos encontramos. Cristo es la Verdad, que se ha hecho carne. Y el Espíritu Santo hace posible que lo reconozcamos y lo confesemos como Señor.

El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús y las imprime en nuestros corazones. Él es la ley inscrita en nuestro interior, donde tomamos las decisiones. El Espíritu Santo, además, nos lleva a la inteligencia de la Verdad completa. Él es quien suscita el sentido de la fe en los creyentes creando una comunión, cada vez más profunda, con Cristo. Mediante el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo hacen morada en nosotros. (S.S. Francisco, 15 de mayo de 2013).


Reflexión


El cristianismo es el camino de la alegría. Al igual que en la vida de Jesús, los cristianos encontramos muchas cruces en nuestro camino, por que es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la Vida. Un camino arduo; pero, sobretodo, lleno de alegría, de la alegría profunda de poseer a Dios, de tener el triunfo y la bienaventuranza final asegurada.


Propósito


Me esforzaré por dejar de lado toda crítica y queja sobre las dificultades de mi día y le daré gracias a Dios por acompañarme este día.


Diálogo con Cristo


Jesús, hoy no te quiero pedir me quites mis cruces, es más te las quiero agradecer. Te las agradezco por que sé que Tú me las has dado por que sabes que yo puedo con ellas, por que sabes que con ellas me puedo unir a ti, y ahí es donde me doy cuenta de que no pesan las cruces y sólo queda la alegría de saberme tu amado.


El camino de Dios es de renuncia, de mortificación, de entrega, pero no de tristeza o de apocamiento (San José María Escrivá, Amigos de Dios, 128)



May 29, 2014 at 11:51PM

12:12 a.m.
De santo Evangelio según san Juan 16, 12-15

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.


Oración introductoria


Señor, creo que estás presente aquí y ahora, dispuesto a derramar tu luz en mi oración. Tengo la confianza en que me darás la gracia que necesito para crecer en el amor y poder así dar el testimonio que puede acercar a otros a querer experimentar también tu presencia. Gracias por tu amor, por tu inmensa generosidad, te ofrezco mi vida y todo mi esfuerzo.


Petición


Espíritu Santo, aumenta mi fe para que ninguna distracción me aparte del gozo de poder experimentar tu cercanía y tu amor.


Meditación del Papa Francisco


Preocupación por generar procesos que construyan la plenitud humana en vez de obtener resultados inmediatos que producen un rédito político fácil, rápido y efímero].Este criterio también es muy propio de la evangelización, que requiere tener presente el horizonte, asumir los procesos posibles y el camino largo. El Señor mismo en su vida mortal dio a entender muchas veces a sus discípulos que había cosas que no podían comprender todavía y que era necesario esperar al Espíritu Santo.

La parábola del trigo y la cizaña grafica un aspecto importante de la evangelización que consiste en mostrar cómo el enemigo puede ocupar el espacio del Reino y causar daño con la cizaña, pero es vencido por la bondad del trigo que se manifiesta con el tiempo. (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 225). .


Reflexión


Mucho tengo todavía que deciros...


Cristo tiene todavía muchas cosas por decirte. Él quiere hablarte al oído, al corazón. Quiere verte a los ojos y, con sólo su mirada, decirte que te ama. Él es el Maestro, el Señor. Y sus palabras son palabras de vida eterna, alimento para nuestras almas.


Pero quizá tampoco ahora estemos preparados para digerir lo que Cristo nos quiere decir. Quizá aún vemos demasiado con los ojos de la carne y pensamos demasiado como los hombres y no como Dios. Quizá todavía vivimos apegados a las cosas de la tierra y no hemos aprendido aún a poner nuestros ojos y nuestro corazón en los bienes del cielo. Debemos por tanto aprender a abrir nuestras almas a la luz nueva de Cristo. Una luz que ilumina nuestras vidas y la historia del mundo haciéndonos descubrir la mano amorosa y providente de Dios. Aprenderemos a ver todo desde Dios, con los ojos de Dios. Entonces seremos los golosos de Dios. Llegaremos así a saborear, degustar, paladear el plan magistral y la maravillosa acción de Dios en la historia de la salvación.


Es cuestión de ser dóciles al Espíritu Santo, al Espíritu de la verdad. Él nos llevará hasta la verdad plena. Nos anunciará lo que ha de venir. Nos enseñará a leer los signos de los tiempos, a ver la mano de Dios en todos los acontecimientos de nuestra vida ordinaria, a amar los caminos misteriosos y fascinantes por los cuales conduce al hombre y a la creación entera a la instauración total en Cristo.


Propósito


Hacer una oración de agradecimiento a Dios por el don de mi fe, preferentemente ante el Santísimo.


Diálogo con Cristo


Jesús, no dejes que la pereza o el desaliento dominen mi determinación de vivir siempre en tu presencia. Dame tu gracia y el amor que me mueva a hacer rendir todos los dones con los que has colmado mi vida.


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Treinta días de oración a la Reina del Cielo. A lo largo del mes de mayo, tengamos a María presente en nuestro corazón y en nuestros hogares, entregándole un ramo de Rosas de oración.



May 29, 2014 at 11:51PM

12:12 a.m.
Del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11

Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?" Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado.


Oración introductoria


¡Ven, Espíritu Santo! Ayúdame a estar abierto a tus inspiraciones, a conservar en mi corazón la alegría de saberme amado por Ti para que, con gran confianza, siga con prontitud y docilidad lo que hoy quieras pedirme.


Petición


¡Ven Espíritu creador, visita las almas de tus fieles y enciende en ellas el fuego de tu amor!


Meditación del Papa Francisco


¿Nos dejamos guiar por él? El cristiano es un hombre espiritual, y esto no significa que sea una persona que vive “en las nubes”, fuera de la realidad como si fuera un fantasma. No. El cristiano es una persona que piensa y actúa en la vida cotidiana según Dios, una persona que deja que su vida sea animada, alimentada por el Espíritu Santo, para que sea plena, propia de verdaderos hijos. Y eso significa realismo y fecundidad. Quien se deja guiar por el Espíritu Santo es realista, sabe cómo medir y evaluar la realidad, y también es fecundo: su vida engendra vida a su alrededor.

Dios es el Viviente, es el Misericordioso, Jesús nos trae la vida de Dios, el Espíritu Santo nos introduce y nos mantiene en la relación vital de verdaderos hijos de Dios. Pero, con frecuencia, lo sabemos por experiencia, el hombre no elige la vida, no acoge el "Evangelio de la vida", sino que se deja guiar por ideologías y lógicas que ponen obstáculos a la vida, que no la respetan, porque vienen dictadas por el egoísmo, el propio interés, el lucro, el poder, el placer, y no son dictadas por el amor, por la búsqueda del bien del otro. Es la constante ilusión de querer construir la ciudad del hombre sin Dios, sin la vida y el amor de Dios: una nueva Torre de Babel; es pensar que el rechazo de Dios, del mensaje de Cristo. (S.S. Francisco, 16 de junio de 2013).


Reflexión


Señor: ¿Adónde vas?


En aquella última noche, la noche del amor, ninguno de los discípulos te preguntaba: ¿Dónde vas?


Era la noche de la despedida. Los corazones de los apóstoles, ardientes, palpitaban como llamas encendidas al calor de tu Palabra. De improviso, se llenaron de tristeza ante tu inminente partida. Y sin embargo, ninguno osaba decir: ¿Señor: ¿adónde vas?


En aquella ocasión, nadie, ni siquiera Pedro, Santiago o Juan, levantó su voz para preguntar. Entonces, casi dos mil años después, me atrevo a decir yo -pues sé que te alegrarás con que lo inquiera tan sólo-: Señor: ¿adónde vas?


Parecería que Cristo quisiera respondernos: "Me voy al Padre. Me voy a aquel que me ha enviado. A aquel a quien amo. Mi Padre amado, Señor del cielo y de la tierra, que ha revelado los secretos del Reino a la gente sencilla" (Cfr. Jn.16, 10). Jn.16,5.). A aquel a quien solamente yo conozco, y también le conocerá aquel a quien Yo se lo quiera revelar. Aquel de quien he venido y al cual ahora retorno. Él es mi Padre, en quien Yo también pongo todas mis complacencias"


Cristo ama al Padre. Todo su alimento consiste en hacer la Voluntad del Padre y llevar a cabo su obra. ¡Qué gozo y exaltación en el Espíritu experimentaría Cristo al regresar al seno del Padre! Al abrazo de aquel Padre, rico en misericordia que ha puesto en el Hijo todas sus complacencias.


Propósito


Programar mi siguiente confesión para celebrar plenamente la fiesta de Pentecostés.


Diálogo con Cristo


Espíritu Santo, Tú eres el guía y el artífice de la santidad, por eso te ofrezco en esta oración todo mi ser, ven hacer en mí tu morada, dame la gracia para acoger tus inspiraciones, sin límite ni reserva alguna, con humildad y celo por hacerlas fructificar, por el bien de los demás.


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Treinta días de oración a la Reina del Cielo. A lo largo del mes de mayo, tengamos a María presente en nuestro corazón y en nuestros hogares, entregándole un ramo de Rosas de oración.



May 29, 2014 at 11:51PM

Hermanos Franciscanos

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