12/16/16

11:49 p.m.

Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, me amas como no tengo una idea. Lo «peor» de todo es que esto no lo comprenderé jamás teóricamente, sino «experiencialmente». ¿Qué puedo hacer entonces? Justo eso: pedirte la experiencia de tu amor. ¡Quiero renovarlade verdad! En tus manos pongo esta intención y mi oración. Amén.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

¿Hay instante más bello, que aquél en que se espera algo bueno? Cuántas veces, ante un proyecto que nos ilusiona, esperamos con una emoción y espera que no desesperan. Como si nos tocase disfrutar de lo esperado aun sin tenerlo. La espera de un día especial, de un aniversario, de un cumpleaños, de la llegada de un familiar, de una persona querida, de un hijo, de un bebé que viene al mundo.

Siempre están presentes las expectativas, y a veces no nos dejan dormir. Tenemos temores, miedos de verdad justificados –otros no. Pero desde luego que nos ilusiona, pese a todo pesar. Y ante los miedos, o se decide sucumbir o se decide confiar.

Creo que un poco sucedió así contigo, Madre mía. ¡Quisiera ponerme en tu lugar! ¡Tanto misterio en tan esperada espera!, en donde la voz de Dios era tan tenue, y tenías que agudizar tanto el oído. Y, al mismo, tiempo confiabas en Dios. Sí, tenías tantas preguntas y miedos, ¡pero confiabas en Dios!, y eso te «solucionó» todo. Nada cambia al exterior para e quien en Dios confía, pero en el interior ocurre un milagro: el corazón se torna como el de Cristo mismo.

Con esa actitud, desde lo más profundo de tu ser, Madre mía, ante la espera, quiero detenerme frente a todas mis esperas, sobre todo frente a la de prepararme para recibirte, Jesús.

«El profeta Isaías describe la figura del Siervo de Yahveh y su misión de salvación. Se trata de un personaje que no ostenta una genealogía ilustre, es despreciado, evitado de todos, acostumbrado al sufrimiento. Uno del que no se conocen empresas grandiosas, ni célebres discursos, pero que cumple el plan de Dios con su presencia humilde y silenciosa y con su propio sufrimiento. Su misión, en efecto, se realiza con el sufrimiento, que le ayuda a comprender a los que sufren, a llevar el peso de las culpas de los demás y a expiarlas. La marginación y el sufrimiento del Siervo del Señor hasta la muerte, es tan fecundo que llega a rescatar y salvar a las muchedumbres.
Jesús es el Siervo del Señor.»
 (Homilía de S.S. Francisco, 18 de octubre de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

¿Cómo voy en mis propósitos de adviento?, ¿tengo alguno? Hoy lo renovaré en mi corazón para ofrecértelo, Señor.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!       

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Let's block ads! (Why?)

11:11 a.m.
Reúnanse y escuchen, hijos de Jacob, oigan a Israel, su padre. A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu padre se postrarán ante ti. Judá es un cachorro de león, - ¡Has vuelto de la matanza, hijo mío!- Se recuesta, se tiende como un león, como una leona: ¿quién lo hará levantar? El cetro no se apartará de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia."

11:11 a.m.
Para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. Que las montañas traigan al pueblo la paz, y las colinas, la justicia; Juzgará con justicia al bajo pueblo, salvará a los hijos de los pobres, pues al opresor aplastará. Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. Que perdure su nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz.

11:11 a.m.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.

11:11 a.m.
     Se nos lee la genealogía de Cristo en san Mateo. Esta costumbre, tradicional en la santa Iglesia, tiene un bello y misterioso motivo. Porque en verdad esta lectura nos presenta la escalera que Jacob vio de noche durante un sueño (Gn 28,11s). En lo alto de esta escalera, que por la parte alta tocaba al cielo, el Señor, apoyado en ella, se apareció a Jacob y le prometió darle en herencia la tierra... Ahora bien, sabemos que «estas cosas sucedieron en figura para nosotros» (1C 10,11), ¿Qué prefiguraba, pues, esta escalera sino la casta de la que Jesucristo debía nacer, casta que el santo evangelista, con boca divina, ha hecho subir de manera tal que acaba en Cristo pasando por José? Es en este José a quien Jesús, niño pequeño, se apoyó. A través de la «puerta del cielo» (Gn 28,17)..., es decir, por la Bienaventurada Virgen María, hecho niño por nosotros, salió gimiendo... Durante el sueño, Jacob oyó que el Señor le decía: «Todas las naciones del mundo se llamarán benditas por causa tuya» y ahora por el nacimiento de Cristo, se cumple esta realidad. Es  esto mismo lo que el evangelista veía cuando puso en su genealogía a Rahab la prostituta y a Ruth la moabita; porque veía muy claro que Cristo no vino en la carne solamente para los judíos, sino también para los paganos, él que se digno recibir antepasadas salidas de entre los paganos. Venidos, pues, de los dos pueblos, judíos y paganos, como los dos lados de la escalera, los padres antiguos, situados a diferentes grados, sostienen a Cristo Señor que sale de lo alto de los cielos. Y todos los santos ángeles bajan y suben a lo largo de esta escalera, y todos los elegidos entran, primero, en el movimiento de descenso de esta escalera para recibir, humildemente, la fe en la encarnación del Señor, y seguidamente son elevados a fin de contemplar la gloria de su divinidad.

12:15 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount


🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹

               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza”_

🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸

*3er Viernes Adviento*

*El Evangelio de hoy*

*Juan 5, 33-36*
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Ustedes enviaron mensajeros a Juan Bautista y el dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz.

Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como el enviado del Padre”. 

*Reflexión:*

Los diferentes grupos judíos tenían expectativas diferentes en torno a los personajes de los últimos tiempos, pero la convicción general era la misma: Dios aparecería, liberaría a Israel y derrotaría a todos sus enemigos, así se conseguiría la paz tan anhelada por el pueblo y prometida por Dios.

Con la aparición de Juan se confirmaron estas esperanzas, pero Jesús no cumplió con las expectativas de los diferentes grupos y eso fue lo que impidió que el pueblo de Israel se adhiriera al evangelio pregonado por él. El reinado de Dios que anunciaba Jesús, no coincidía con el reinado que esperaba Israel, los romanos seguían oprimiéndolo y no se veía una esperanza de algo en contrario. El reinado de Dios coincide con lo que Juan evangelista llama las obras de Jesús, es decir, todas aquellas manifestaciones por las que se muestra que Dios quiere un mundo nuevo, más humano, más fraterno, más solidario.

Estas obras dan testimonio de la presencia y cercanía de Dios, no porque se derrote a los enemigos o porque se restaure un reino perdido, sino porque Dios se acerca a los que sufren, a los desesperados y a los desamparados, porque el reinado de Dios coincide con el anhelo de todo corazón humano: tener una vida digna. 

(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús, gracias por todos los beneficios que me das. Pongo en tus manos mi vida, mis intenciones y todo lo que llevo en mi corazón. Amén.
*Acción:* 

Dedicaré un momento de oración para pedir a Dios por el bienestar, la bendición y el consuelo de aquellos que considero mis enemigos. 

🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹

         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸


Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.