¿Por qué te quedas lejos, Señor, y te ocultas en los momentos de peligro? El pobre se consume por la soberbia del malvado y queda envuelto en las intrigas tramadas contra él. Porque el malvado se jacta de su ambición, el codicioso blasfema y menosprecia al Señor; Cuando retrocedían mis enemigos, tropezaron y perecieron delante de ti, Su boca está llena de maldiciones, de engaños y de violencias; detrás de sus palabras hay malicia y opresión; Pero el Señor reina eternamente y establece su trono para el juicio: Pero tú lo estás viendo: tú consideras los trabajos y el dolor, para tomarlos en tus propias manos. El débil se encomienda a ti; tú eres el protector del huérfano.
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