Ártículos Más Recientes

11:45 p.m.


Por: H. Cesar Yali Molina, L.C. | Fuente: missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, que aprenda a escuchar tu voz en medio de las dificultades del día a día.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: "Te seguiré a dondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza".

A otro, Jesús le dijo: "Sígueme". Pero él le respondió: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios".

Otro le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia". Jesús le contestó: "El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

El Evangelio nos muestra tres situaciones distintas con un punto en común (el seguimiento de Jesús): El primero expresa seguir a Jesús sin condición alguna. El segundo a quien Jesús llama a que le siga y el tercero que expresa querer seguir a Jesús pero bajo algunas condiciones.

El seguir a Jesús se hace más claro en el segundo caso, pues Jesús es quien dice «sígueme»; en las otras dos situaciones, aunque Jesús tuvo la iniciativa de mostrarse, dejó que los otros hablaran y dijesen "te seguiré".

Jesús a ti también te dice sígueme, sin importar tu condición, sin importar que tan cerca de la Iglesia te encuentres. Te puedes preguntar, ¿Cristo puede llamar a alguien que no sea cristiano? Y la respuesta es sí porque su misericordia y su bondad no tienen límites, basta con querer escucharle y meditar sus palabras para hacerlas parte de tu vida y así vivas el Evangelio. Cuando Jesús te dice sígueme, lo hace porque quiere compartir su vida contigo, pues para Él eres muy importante. Probablemente sea muy difícil para ti aceptar entrar en esa relación de amistad porque implica que te dejes guiar y que esa amistad sea siempre una relación reciproca para corresponder a ese Amor.

Cuando frecuentes los sacramentos, hazlo con el corazón en la mano, de manera que Él lo moldee en cada encuentro, especialmente en cada Eucaristía. Evita convertir a los sacramentos en meras obligaciones y que el ser católico practicante se convierta en pertenecer a un club social; no dejes que la rutina invada tu vida sobrenatural, tu relación con Dios.

Que san José y la santísima Virgen María nos guíen en el seguimiento fiel y sincero de su Hijo Jesucristo.

La disposición a acercarse a Jesús dejando atrás “lo que fuimos, para que seamos lo que no éramos”. Les recomiendo vigilar no sólo individualmente, sino colegialmente, dóciles al Espíritu Santo, sobre este permanente punto de partida. Sin este núcleo languidecen los rasgos del Maestro en el rostro de los discípulos, la misión se atasca y disminuye la conversión pastoral, que no es otra cosa que rescatar aquella urgencia de anunciar el Evangelio de la alegría hoy, mañana y pasado mañana, premura que devoró el Corazón de Jesús dejándolo sin nido ni resguardo, reclinado solamente en el cumplimiento hasta el final de la voluntad del Padre. ¿Qué otro futuro podemos perseguir? ¿A qué otra dignidad podemos aspirar?
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de septiembre de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En algún momento del día rezaré una oración pidiendo por el aumento de las vocaciones misioneras.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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Suscríbete a nuestro canal 👉 http://bit.ly/SuscribeteTeleVID 👈 El Padre Fray Alejandro Tobón comparte con nosotros el #EvangelioDeHoy miércoles 3 de octubre, Lucas Capítulo 9 Versículos 57 al 62. Conéctate con la #LectioDivina 📖 http://bit.ly/EvangelioDeHoy Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,57-62): En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.» Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» A otro le dijo: «Sígueme.» Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.» Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.» Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.» Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»




Evangelio del día, Miércoles 3 de octubre de 2018 Primera Lectura: Del libro de Job 9,1-12.14-16 Salmo 87 R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor Evangelio según San Lucas 9,57-62 Lecturas del Miércoles de la 26ª semana del Tiempo Ordinario Miércoles, 3 de octubre de 2018 Primera lectura Lectura del libro de Job 9,1-12.14-16: Respondió Job a sus amigos: «Sé muy bien que es así: que el hombre no es justo frente a Dios. Si Dios se digna pleitear con él, él no podrá rebatirle de mil razones una. ¿Quién, fuerte o sabio, le resiste y queda ileso? Él desplaza las montañas sin que se advierta y las vuelca con su cólera; estremece la tierra en sus cimientos, y sus columnas retiemblan; manda al sol que no brille y guarda bajo sello las estrellas; él solo despliega los cielos y camina sobre la espalda del mar; creó la Osa y Orión, las Pléyades y las Cámaras del Sur; hace prodigios insondables, maravillas sin cuento. Si cruza junto a mí, no puedo verlo, pasa rozándome, y no lo siento; si coge una presa, ¿quién se la quitará?; ¿quién le reclamará: "Qué estás haciendo"? Cuánto menos podré yo replicarle o escoger argumentos contra él. Aunque tuviera razón, no recibiría respuesta, tendría que suplicar a mi adversario; aunque lo citara y me respondiera, no creo que me hiciera caso.» Palabra de Dios Salmo 87 R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor Llegue hasta ti mi súplica, Señor. Todo el día te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti. ¿Harás tú maravillas por los muertos? ¿Se alzarán las sombras para darte gracias? R/. ¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla, o tu justicia en el país del olvido? R/. Pero yo te pido auxilio, por la mañana irá a tu encuentro mi súplica. ¿Por qué, Señor, me rechazas y me escondes tu rostro? R/. Evangelio según san Lucas 9,57-62: En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.» Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» A otro le dijo: «Sígueme.» Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.» Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.» Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.» Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.» Palabra del Señor


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