Ártículos Más Recientes

11:09 a.m.
El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz. Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré. December 30, 2013 at 05:00PM

11:09 a.m.
¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga, nos ponga bajo la luz de su rostro! Para que conozcan en la tierra tu camino, tu salvación en todas la naciones. Que los poblados se alegren y te canten. Pues tú juzgas los pueblos con justicia, tú riges a los pueblos de la tierra. Que los pueblos te den gracias, oh Dios, que todos los pueblos te den gracias. Que nos bendiga Dios, y sea temido hasta los confines de la tierra. December 30, 2013 at 05:00PM

11:09 a.m.
Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo" ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios. December 30, 2013 at 05:00PM

11:09 a.m.
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción. December 30, 2013 at 05:00PM

11:09 a.m.
"Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado" (Is 9, 5)… Contemplemos con María el rostro de Cristo: en aquel Niño… es Dios quien viene a visitarnos “para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (cf. Lc 1, 79). María lo contempla… interrogándose sobre el sentido de los prodigios que rodean el misterio de la Navidad. La Navidad es misterio de alegría. Los ángeles… han anunciado el acontecimiento a los pastores como "una gran alegría, que lo será para todo el pueblo" (Lc 2, 10). (…) Alegría, a pesar de estar lejos de casa, a pesar de la pobreza del pesebre, a pesar de la indiferencia del pueblo, a pesar de la hostilidad del poder. La Navidad es misterio de amor. Amor del Padre, que ha enviado al mundo a su Hijo unigénito, para darnos su misma vida (cf. 1 Jn 4, 8-9). Amor del "Dios con nosotros", el Emmanuel (cf. Mt 1,23), que ha venido a la tierra para morir en la cruz. En el frío Portal, en medio del silencio, la Virgen Madre presiente ya en su corazón el drama del Calvario… El Príncipe de la paz, que nace hoy en Belén, dará su vida en el Gólgota para que en la tierra reine el amor. La Navidad es misterio de paz. Desde el portal de Belén se eleva hoy un llamamiento apremiante para que el mundo no caiga en la suspicacia, la sospecha y la desconfianza, aunque el trágico fenómeno del terrorismo acreciente incertidumbres y temores. Los creyentes de todas las religiones, junto con los hombres de buena voluntad, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, están llamados a construir la paz… Junto a ti, Virgen Madre, permanecemos en contemplación ante el pesebre donde está acostado el Niño, para participar de tu mismo asombro ante la inmensa condescendencia de Dios. Danos tus ojos, María, para descifrar el misterio que se oculta tras la fragilidad de los miembros de tu Hijo. Enséñanos a reconocer su rostro en los niños de toda raza y cultura. Ayúdanos a ser testigos creíbles de su mensaje de paz y de amor, para que también los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, caracterizado aún por tensos contrastes e inauditas violencias, reconozcan en el Niño que está en tus brazos al único Salvador del mundo, fuente inagotable de la auténtica paz, a la que todos aspiran en lo más íntimo de su corazón. December 30, 2013 at 05:00PM

12:25 a.m.
Del santo Evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.


Oración introductoria


Gracias, Señor, por esta Navidad. Creo que te hiciste niño para redimirme y mostrarme el amor de Dios Padre. Hoy, como aquellos pastores de Belén, me anuncias la gran noticia: «hoy ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor», ilumina mi oración para saber contemplar este maravilloso misterio de amor.


Petición


Dame la gracia de ir a tu encuentro en esta oración, con las mismas disposiciones que tuvieron los pastores: humildad y apertura


Meditación del Papa Francisco


En muchos ámbitos de la vida confiamos en otras personas que conocen las cosas mejor que nosotros. Tenemos confianza en el arquitecto que nos construye la casa, en el farmacéutico que nos da la medicina para curarnos, en el abogado que nos defiende en el tribunal.

Tenemos necesidad también de alguien que sea fiable y experto en las cosas de Dios. Jesús, su Hijo, se presenta como aquel que nos explica a Dios. La vida de Cristo -su modo de conocer al Padre, de vivir totalmente en relación con él- abre un espacio nuevo a la experiencia humana, en el que podemos entrar.

La importancia de la relación personal con Jesús mediante la fe queda reflejada en los diversos usos que hace san Juan del verbo "creer". Junto a "creer que" es verdad lo que Jesús nos dice, san Juan usa también las locuciones "creer a" Jesús y “creer en” Jesús. "Creemos a" Jesús cuando aceptamos su Palabra, su testimonio, porque él es veraz. "Creemos en" Jesús cuando lo acogemos personalmente en nuestra vida y nos confiamos a él, uniéndonos a él mediante el amor y siguiéndolo a lo largo del camino.(S.S. Francisco, encíclica Lumen fidei n. 18)..


Reflexión


¿Quién es el Niño que acaba de nacer? ¿Es el "hijo del artesano"? San Juan empieza su narración de la vida de Jesús diciendo su auténtico origen: ya existía desde el principio de los tiempos. La Palabra eterna habitaba junto a Dios, era Dios; por ella tuvo lugar la Creación.


En estas líneas se desvela poco a poco el misterio de Dios que ha querido, por amor gratuito hacia cada uno de nosotros, hacerse hombre y nacer de una mujer. De esta manera tan maravillosa se ha hecho posible lo imposible: el ser humano, en su limitación, ha podido ver a Dios, hablar directamente con Él, compartir la misma comida, escucharle y seguir sus pasos.


En este Misterio único, inexplicable y gratuito hemos podido contemplar "la gloria de Dios" y hemos conocido su auténtico rostro. Y todos los que creemos en Él hemos sido iluminados por la Luz verdadera, y se nos ha concedido ser hijos de Dios.


Los cristianos tenemos un tesoro que nadie puede igualar. Y ese tesoro debe llenar por completo nuestra vida, porque nuestra felicidad sólo puede colmarse con el Absoluto, con Dios, con ese Niño recién nacido que duerme en un pesebre, en la ciudad de Belén.


Propósito


Con una alegre creatividad, celebrar la Navidad con auténtico espíritu cristiano.


Diálogo con Cristo


Jesús, contemplar el misterio de la Navidad me confirma el gran amor que tienes por cada uno de nosotros. Me doy cuenta de que Tú viniste al mundo para amar y para enseñarme a amar. Ayúdame a vivir como Tú en la entrega generosa y delicada a los demás, que mi actitud sea como la de los pastores, que corra presuroso a procurar el bien en todos y en cada uno de los miembros de mi familia.



December 30, 2013 at 11:58PM

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.