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Fuente: https://www.spreaker.com/user/fraynelson/homilia-8-junio-2019-la-ruta-del-libro-d Aquello que vivimos en la vigilia pascual cuando la luz del cirio se extendió a toda la iglesia es lo mismo que nos muestra el libro de los Hechos de los Apóstoles, y es el camino de nuestro primer servicio al mundo: llevar la noticia de la victoria del Resucitado.


10:41 a.m.


Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad ¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! Si escondes tu rostro, se espantan; si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. ¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras! que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor.

10:41 a.m.


Hermanos: Los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no están animados por la carne sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo. Pero si Cristo vive en ustedes, aunque el cuerpo esté sometido a la muerte a causa del pecado, el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales, por medio del mismo Espíritu que habita en ustedes. Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal. Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán. Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!, es decir, ¡Padre! El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él.

10:41 a.m.


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»

10:41 a.m.


El hombre por sí mismo no es nada, pero es bastante con el Espíritu Santo. El hombre es totalmente terrestre y animal; sólo el Espíritu Santo puede elevar su alma y llevarlo hacia arriba. Como esos anteojos que hacen grandes los objetos, el Espíritu Santo nos hace ver el bien y el mal en grande. Con el Espíritu Santo, vemos todo en grande: vemos la grandeza de las mínimas acciones hechas para Dios, y la grandeza de las faltas más mínimas. Como un relojero con sus anteojos puede distinguir los más pequeños engranajes de un reloj, con las luces del Santo Espíritu distinguimos todos los detalles de nuestra pobre vida. Sin el Santo Espíritu, todo es frío: cuando sentimos que el fervor se pierde, ¡debemos hacer rápidamente una novena al Santo Espíritu para pedir la fe y el amor!

Hermanos Franciscanos

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