Ártículos Más Recientes

12:24 p.m. ,


El Papa Francisco celebró la Eucaristía en el cementerio Laurentino de Roma en el día en el que la Iglesia conmemora a todos los fieles difuntos. + del Papa Francisco: Mensaje para los Matrimonios: https://youtu.be/CIUvjSebEy0 Dinero y Poder Hacen Esclavo al Hombre: https://youtu.be/TH8SCUijOp8 Mensaje a los Jóvenes: https://youtu.be/5hft6QNUsVI Rezar el Rosario para que la Virgen Proteja a la Iglesia: https://youtu.be/0gw6C_vbQ6U Vaciar el Corazón para HACER ESPACIO A JESÚS: https://youtu.be/kGp1umoFzWs Mensaje Ecuménico: https://youtu.be/HKg6F_Dfdb0


10:46 a.m.


Pero ¡qué importa! Después de todo, de una u otra manera, con sinceridad o sin ella, Cristo es anunciado, y de esto me alegro y me alegraré siempre. Porque sé que esto servirá para mi salvación, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo. Así lo espero ansiosamente, y no seré defraudado. Al contrario, estoy completamente seguro de que ahora, como siempre, sea que viva, sea que muera, Cristo será glorificado en mi cuerpo. Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si la vida en este cuerpo me permite seguir trabajando fructuosamente, ya no sé qué elegir. Me siento urgido de ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que permanezca en este cuerpo. Tengo la plena convicción de que me quedaré y permaneceré junto a todos ustedes, para que progresen y se alegren en la fe. De este modo, mi regreso y mi presencia entre ustedes les proporcionarán un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús.

10:46 a.m.


Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: "Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: 'Déjale el sitio', y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate más', y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".

10:46 a.m.


La humildad no consiste sólo en desconfiar de nosotros mismos, sino también de confiarnos a Dios; desconfiar de nosotros y de nuestras propias fuerzas produce la confianza en Dios, y de esta confianza nace la generosidad de espíritu. La santísima Virgen, nuestra Señora, nos ha dado un remarcable ejemplo al pronunciar estas palabras: «he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). Al decir que es la esclava del Señor hace el acto de humildad más grande que jamás se pueda hacer, de tal manera que ante las alabanzas que le dice el ángel – que será madre de Dios, que el niño que saldrá de su seno será llamado Hijo del Altísimo, una gran dignidad que jamás se haya podido imaginar- ella contrapone a todas estas alabanzas y grandezas su bajeza e indignidad diciendo que es la esclava del Señor. Pero notemos que después de haber hecho este acto de humildad, inmediatamente practica una generosidad muy grande, diciendo: «Hágase en mí según tu palabra». Es verdad, ella quería decir, que no soy, de ninguna manera, capaz de esta gracia teniendo en cuenta de lo que soy por mí misma, pero en tanto que lo que en mí hay de bueno es de Dios y lo que tú me dices es su santísima voluntad, creo que esto se puede hacer y se hará; y sin dudar en absoluto, dice: «Hágase en mí según tu palabra».

Hermanos Franciscanos

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