Ártículos Más Recientes

11:22 a.m.
El Señor creó al hombre de la tierra y lo hace volver de nuevo a ella. Le señaló un número de días y un tiempo determinado, y puso bajo su dominio las cosas de la tierra. Lo revistió de una fuerza semejante a la suya y lo hizo según su propia imagen. Hizo que todos los vivientes lo temieran, para que él dominara las fieras y los pájaros. Le dio una lengua, ojos y oídos, el poder de discernir y un corazón para pensar. El colmó a los hombres de saber y entendimiento, y les mostró el bien y el mal. Les infundió su propia luz, para manifestarles la grandeza de sus obras, y les permitió gloriarse eternamente de sus maravillas: así alabarán su Nombre santo, proclamando la grandeza de sus obras. Les concedió además la ciencia y les dio como herencia una Ley de vida; estableció con ellos una alianza eterna y les hizo conocer sus decretos. Ellos vieron con sus ojos la grandeza de su gloria y oyeron con sus oídos la gloria de su voz.

11:22 a.m.
Como un padre cariñoso con sus hijos, así es cariñoso el Señor con sus fieles; él conoce de qué estamos hechos, sabe muy bien que no somos más que polvo. Los días del hombre son como la hierba: él florece como las flores del campo; las roza el viento, y ya no existen más, ni el sitio donde estaban las verá otra vez. Pero el amor del Señor permanece para siempre, y su justicia llega hasta los hijos y los nietos de aquellos que guardan su alianza y se acuerdan de cumplir sus ordenanzas.

11:22 a.m.
Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.

11:22 a.m.
     El Pastor me ha enseñado una montaña en la cual las hierbas eran verdes y alegres; todo era floreciente, y los rebaños y los pájaros encontraban en él su alimento. Me ha dicho: «Los creyentes venidos de aquí siempre han sido simples, inocentes, felices, sin ningún resentimiento de los unos para con los otros, sino  por el contrario, siempre contentos de los servidores de Dios. Revestidos del santo espíritu de las vírgenes, llenos de compasión por todos los hombres, han ayudado, con el sudor de sus frentes, a las necesidades de todos sus semejantes, sin murmurar y con prontitud. Viendo su simplicidad y todo su candor infantil, el Señor ha hecho prosperar todo el trabajo salido de sus manos y ha bendecido todas sus iniciativas... A todos vosotros que obráis así, permaneced tal como sois y vuestra prosperidad será perpetua»... Después me ha enseñado una montaña muy bella y totalmente blanca: «Aquí los creyentes se parecen a los niños pequeños que no tienen la más pequeña idea del mal; igual que aquellos, nunca han sabido qué es la malicia, sino que han conservado siempre la inocencia de su infancia. Ciertamente que estos hombres habitarán el Reino de Dios, porque no han violado los mandamientos de Dios sino que han perseverado todos los días de su vida en el candor y los sentimientos de su infancia. Todos vosotros, que perseveráis en este camino y sois «como niños», sin malicia, seréis glorificados por encima de los otros, porque todos los niños son gloriosos delante de Dios y los primeros a sus ojos. Bienaventurados, pues, vosotros que rechazáis la malicia para revestiros de inocencia; seréis los primeros en vivir por Dios.

11:56 p.m.
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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza”_

       

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*7° Viernes Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Marcos 10, 1-12*
En aquel tiempo, se fue Jesús al territorio de Judea y Transjordania, y de nuevo se le fue acercando la gente; él los estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?”

Él les respondió: “¿Qué les prescribió Moisés?” Ellos contestaron: “Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa”. Jesús les dijo: “Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”.

Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: “Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio”. 

*Reflexión:*

La respuesta de Jesús es categórica y no nos deja lugar a dudas de cuál es el proyecto de Dios para el hombre: “Unirse a su mujer y de esta manera ser una sola cosa con ella”. Sin embargo, en medio de este mundo lleno de confusiones y de antivalores en el que la vida espiritual y el proyecto de Dios tienen poca importancia, es fácil no darnos cuenta de que, es precisamente en este proyecto, en el que el hombre y la mujer alcanzan la plenitud y, con ello, la felicidad en la paz.

Esto va haciendo que el sacramento del matrimonio se minusvalore y lamentablemente, vemos que muchos jóvenes se casan y no son capaces de luchar por su matrimonio. En la cultura del: “Úsese y tírese”, son muchos los que prefieren terminar con el compromiso y la alianza hecha ante Dios que luchar, usando el poder de Dios, para llevar adelante el proyecto de vida que se habían trazado.

No permitas que esto pase en tu vida. Si aún no has escogido o encontrado la persona que Dios pensó para tu felicidad, no te apresures, y sobre todo, deja que las cosas maduren de manera que la decisión del matrimonio sea algo que brota del corazón. Si ya estás casado, no te alejes de la gracia y podrás realizar un matrimonio lleno de alegría, para toda la vida. 

(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús, que llevaste tu amor y amistad por nosotros hasta el grado de dar la vida en la cruz para que obtuviéramos una vida plena al lado de tu Padre bueno, haz que seamos agradecidos contigo por todos los bienes que nos has dado a lo largo de nuestra vida, para que a imagen tuya, seamos amigos auténticos hasta el grado de dar la vida por quienes nos rodean. Amén. 
*Acción:* 

El día de hoy daré mi vida por mis seres amados, siendo atento con ellos, dedicándoles mi tiempo y mis dones.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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Hermanos Franciscanos

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