Ártículos Más Recientes

10:50 a.m.
Job respondió al Señor, diciendo: Yo sé que tú lo puedes todo y que ningún proyecto es irrealizable para ti. Sí, yo hablaba sin entender, de maravillas que me sobrepasan y que ignoro. Yo te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos. Por eso me retracto, y me arrepiento en el polvo y la ceniza. El Señor bendijo los últimos años de Job mucho más que los primeros. El llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. Tuvo además siete hijos y tres hijas. A la primera la llamó "Paloma", a la segunda "Canela", y a la tercera "Sombra para los párpados". En todo el país no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job. Y su padre les dio una parte de herencia entre sus hermanos. Después de esto, Job vivió todavía ciento cuarenta años, y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.

10:50 a.m.
Enséñame la discreción y la sabiduría, porque confío en tus mandamientos. Me hizo bien sufrir la humillación, porque así aprendí tus preceptos. Yo sé que tus juicios son justos, Señor, y que me has humillado con razón. Todo subsiste hasta hoy conforme a tus decretos, porque todas las cosas te están sometidas. Yo soy tu servidor: instrúyeme, y así conoceré tus prescripciones. La explicación de tu palabra ilumina y da inteligencia al ignorante.

10:50 a.m.
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron llenos de gozo y dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre". El les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo". En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar". Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!".

10:50 a.m.
     Considerando las palabras que Jesús nos dirige cuando habla con su Padre de nosotros: "Tu has escondido todas estas cosas a los prudentes y a los sabios, y tu las has revelado a los pequeños. Si, Padre, porque así lo has querido".  En efecto, Dios Padre nos ha revelado el misterio escondido desde antes de la creación del mundo en el silencio de Dios, el misterio de su Hijo único hecho hombre, el misterio conocido desde antes de la creación del mundo y rebelado a los hombres al final de los tiempos. San Pablo, en efecto, escribe: " A mí, el más  insignificante  de entre los santos, se me ha concedido la gracia de anunciar a las naciones la insondable riqueza de Cristo, y de mostrar a todos cómo se cumple este misterioso plan escondido desde el principio de los siglos en Dios que crea el universo" (Ef. 3,8-9)      Este grande y adorable misterio de nuestro Salvador estaba escondido en el conocimiento del Padre, desde antes de la creación del mundo. También nosotros, somos conocidos y predestinados, adoptados como hijos. Así lo enseña San Pablo cuando dice: "Bendito sea Dios, Pare de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido por medio de Cristo con toda clase de bienes espirituales. El nos eligió antes de la creación del mundo para que nosotros fuéramos santos e inmaculados en su presencia; en su amor El nos ha destinado a ser adoptados como hijos suyos, por medio de Jesucristo" (Ef. 1,3-5) El Padre nos ha dado a conocer, a nosotros los pequeños, el misterio escondido de todos los tiempos..." A vosotros, dice Jesús, se os ha concedido comprender los misterios del Reino de los cielos" (Lc.8,10), a vosotros que habéís creído, que habéís conocido la Revelación del Cristo, que entedéis la ley en su sentido espiritual, que estáís atentos a entender las profecías, que confesaís que Cristo es Dios y Hijo de Dios, a vosotros a quien el Padre ha tenido a bien de revelar a su Hijo.

2:05 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount


🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹

               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza”_

      

🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸

*26° Viernes Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Lucas 10, 13-16*
En aquel tiempo Jesús dijo: ¡Ay de ti, Corazin! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo hubieran hecho penitencia cubiertas de sayal y de ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No, ¡serás precipitada en el abismo! Luego Jesús dijo a sus discípulos: El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

*Reflexión:*

Cuando nosotros estamos en tentación, no escuchamos la Palabra de Dios: no escuchamos, no entendemos, porque la tentación nos cierra, nos quita cualquier capacidad de previsión, nos cierra cualquier horizonte, y así nos lleva al pecado. Cuando estamos en tentación, solamente la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús nos salva. Escuchar la Palabra que nos abre el horizonte… Él siempre está dispuesto a enseñarnos como salir de la tentación. Y Jesús es grande porque no solo nos hace salir de la tentación, sino que nos da más confianza.

Esta confianza es una fuerza grande, cuando estamos en tentación: el Señor nos espera, se fía de nosotros así, tentados, pecadores, siempre abre horizontes. Y viceversa, el diablo con la tentación cierra, cierra, cierra. 

(Papa Francisco).
*Oración:*

Señor Jesús, que pueda darme cuenta que para escuchar y poder responder a tu llamada, debo limpiar mi mente y mi corazón en el sacramento de la confesión. No soy digno de ser tu discípulo misionero, por eso te pido me ayudes a crecer en la sinceridad y en la honestidad, para que sepa aprovechar los medios espirituales que me ofrece tu Iglesia. Amén.
*Acción:*

Pondré en mi agenda de actividades, el día en que voy a ir a confesarme.

🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹

         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸


Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.