
Aquella expresión de Cristo, que un ciego no puede guiar a otro ciego, porque los dos caerán al hoyo, se cumple también en la pareja. Los "hoyos" típicos son las agresiones mutuas, la indiferencia, y una vida de apariencia y fachada. Las parejas están "ciegas" en el sentido de que se "enceguecen" con espejismos, de los cuales hay cinco para destacar: (1) Concentrarse en la boda o en la luna de miel, olvidando que el matrimonio no es un punto en la vida ni un episodio. Luego, los varones caen con facilidad en estos espejismos: (2) Concentrar su atención solo en lo físico haciéndose ciegos a la belleza moral y espiritual que también tiene y desarrolla la mujer. (3) Aprovecharse de la generosidad femenina con una actitud egoísta que desconoce las necesidades o preferencias de ellas. Las mujeres, por su parte, suelen caer en otros dos espejismos: (4) Creerse redentoras capacitadas para cambiar y rescatar al hombre que aman. (5) Huir de una realidad difícil en su casa paterna para unirse en matrimonio a alguien que a menudo repite la misma historia. De todos estos espejismos y oscuridades nos rescata Cristo con su claridad y la potencia de su gracia que transforma. Fuente: https://www.spreaker.com/user/fraynelson/homilia-3-marzo-2019-libres-del-poder-de-1
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