
Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la asamblea de los justos. Grandes son las obras del Señor: los que las aman desean comprenderlas. Proveyó de alimento a sus fieles y se acuerda eternamente de su alianza. Manifestó a su pueblo el poder de sus obras, dándole la herencia de las naciones. Él envió la redención a su pueblo, promulgó su alianza para siempre: Su Nombre es santo y temible. El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría: son prudentes los que lo practican. ¡El Señor es digno de alabanza eternamente!
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