
¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables. Nubes y Tinieblas lo rodean, la Justicia y el Derecho son la base de su trono. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. Se avergüenzan los que sirven a los ídolos, los que se glorían en dioses falsos; todos los dioses se postran ante él. Porque tú, Señor, eres el Altísimo: estás por encima de toda la tierra, mucho más alto que todos los dioses.
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