
Señor, día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable! Cada generación celebra tus acciones y le anuncia a las otras tus portentos: ellas hablan del esplendor de tu gloria, y yo también cantaré tus maravillas. Ellas publican tus tremendos prodigios y narran tus grandes proezas; divulgan el recuerdo de tu inmensa bondad y cantan alegres por tu victoria. El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas.
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