
🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
“Verbum Spei”
“Palabra de Esperanza”
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸
3° Domingo Pascua
El Evangelio de hoy
Juan 21, 1-19
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron y embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.
Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. Entonces él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.
Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor” Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se lo había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.
Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”: Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Quién eres?, porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?” Él le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo:”Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le preguntó:”Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Él le respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Pastorea mis ovejas”. Por tercera vez le prguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería y le contestó: “Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro:cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras” . Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: “Sígueme”.
Reflexión:
La Iglesia nace de Jesús, muerto y resucitado, que se hace presente en medio de los discípulos.
Jesús prepara de comer a sus discípulos y, tras haber comido, inicia un intenso diálogo entre Él y Pedro. En este, hay tres miradas diferentes: de elección, de arrepentimiento y de misión.
La primera mirada.
Es la primera mirada, la mirada de la misión. Por tanto, hay una primera mirada: la vocación y un primer anuncio de la misión. Y ¿cómo es el alma de Pedro en aquella primera mirada? Es entusiasta.
La segunda mirada, el arrepentimiento.
Después, en la noche dramática del Jueves Santo, cuando Pedro reniega de Jesús tres veces. “Y Pedro lloró amargamente”. Aquel entusiasmo de seguir a Jesús se convirtió en llanto, porque él ha pecado, él ha renegado a Jesús. Aquella mirada cambia el corazón de Pedro, más que antes. El primer cambio es el cambio de nombre y también de vocación. Esta segunda mirada es una mirada que cambia el corazón y es un cambio de conversión al amor…
La tercera mirada, la misión
Esta mirada es la confirmación de la misión, pero también la mirada en la que Jesús pide a Pedro que le confirme su amor. Y tres veces el Señor pide a Pedro la manifestación de su amor y lo exhorta a apacentar a sus ovejas. A la tercera pregunta, Pedro permanece entristecido, casi llora…
También nosotros podemos pensar: ¿cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión? Pero, por el camino que Él ha hecho, todos nosotros estamos bajo la mirada de Jesús. Él nos mira siempre con amor. Nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión.
(Papa Francisco).
Oración:
Señor Jesús, gracias por todo el amor que has derramado en mi vida con tu resurrección. Amén.
Acción:
En cualquier momento del día dedicaré 10 minutos para rezar por los que están enfermos.
🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
“Nuntium Verbi Dei
“Mensaje de la palabra de Dios”
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸

Publicar un comentario