1° Miércoles Navidad 30 diciembre

1:31 a.m.
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                  “Verbum Spei”     
           “Palabra de Esperanza” 
     verbumspei.wordpress.com
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1° Miércoles Navidad  30 diciembre
El Evangelio de hoy 
Lucas 2, 36-40

En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. (Cuando José y María entraban en el templo para la presentación del niño), se acercó Ana, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel. 
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.

Reflexión:
La alegría del nacimiento de Cristo tiene que ser una noticia de salvación para todos los que se encuentran prisioneros por el pecado, la desesperación, la angustia, el temor y el miedo. 
De la misma manera que Ana, la profetisa, comenzó a hablar de Jesús, nosotros también debemos compartir con los demás la alegre noticia de que Jesús es una realidad en nuestra vida y en nuestro mundo; que él es la única oportunidad que tiene el hombre para ser feliz, pues solo en él esta la Vida, la paz y la perfecta armonía interior. 
No podemos quedarnos con esta noticia solo para nosotros; quien ha conocido a Jesús, debe anunciarlo a los demás. Tú y yo somos los nuevos profetas de Cristo, no tengamos miedo ni vergüenza de habla
(Evangelización Activa).

Oración:
Señor Jesús, sé que este mundo no es mi patria, sé que soy ciudadano del cielo y que es allá, junto a ti, a donde pertenezco, sin embargo, Señor, mientras me encuentro aquí, enseñame a no apegarme de tal modo a las cosas que termine por darles más importancia que a ti, ni que las rechace a tal grado que ya no pueda ser yo un testimonio de tu amor en el mundo. Amén.

Acción:
Hoy meditaré en las cosas de este mundo a las que me apego más, éstas pueden ser personas, cosas, actividades; iré una por una diciéndole a Dios que le pertencen y que se las entrego, lo haré de corazón y confiando en la bondad de Dios. 
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            “Nuntium Verbi Dei  
“Mensaje de la palabra de Dios”
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