Señor, tú me examinas y conoces, sabes si me siento o me levanto, tú conoces de lejos lo que pienso. Ya esté caminando o en la cama me escudriñas, eres testigo de todos mis pasos. Aún no está en mi lengua la palabra cuando ya tú, Señor, la conoces entera. Me aprietas por detrás y por delante y colocas tu mano sobre mí. Me supera ese prodigio de saber, son alturas que no puedo alcanzar. August 25, 2013 at 05:00PM
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