Ártículos Más Recientes

11:05 a.m.
para que se conozca, desde el Oriente y el Occidente, que no hay nada fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro. Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago la felicidad y creo la desgracia: yo, el Señor, soy el que hago todo esto. Destilen, cielos, desde lo alto, y que las nubes derramen la justicia! ¡Que se abra la tierra y produzca la salvación, y que también haga germinar la justicia! Yo, el Señor, he creado todo esto. Porque así habla el Señor, el que creó el cielo y es Dios, el que modeló la tierra, la hizo y la afianzó, y no la creó vacía, sino que la formó para que fuera habitada: Yo soy el Señor, y no hay otro. ¡Declaren, expongan sus pruebas! ¡Sí, deliberen todos juntos! ¿Quién predijo esto antiguamente y lo anunció en los tiempos pasados? ¿No fui yo, el Señor? No hay otro Dios fuera de mí; un Dios justo y salvador, no lo hay, excepto yo. Vuélvanse a mí, y serán salvados, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay otro. Lo he jurado por mí mismo, de mi boca ha salido la justicia, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, toda lengua jurará por mí, diciendo: Sólo en el Señor están los actos de justicia y el poder. Hasta él llegarán avergonzados todos los que se enfurecieron contra él. En el Señor hallará la justicia y se gloriará toda la descendencia de Israel.

11:05 a.m.
Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos, y para los que se convierten de corazón. el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

11:04 a.m.
los envió a decir al Señor: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". Cuando se presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'". En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos. Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".

11:04 a.m.
Dice el apóstol Pablo: “...también nosotros fuimos en otro tiempo insensatos, rebeldes, descarriados, esclavos de toda clase de concupiscencias y placeres, llenos de maldad y de envidia; éramos aborrecidos y nos odiábamos unos a otros. Pero ahora  ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres. El nos salvó,, no por nuestras buenas obras, sino en virtud de su misericordia...” (Tito 3,3-5). ¡Considerad la fuerza del “cántico nuevo” (Sal 149,1) del Verbo de Dios: de las piedras saca hijos de Abrahán. (cf Mt 3,9) Los que se comportaban como bestias salvajes los transformó en hombres civilizados. Y los que estaban muertos, -que no tenían parte en la vida verdadera y real-, cuando escucharon el cántico nuevo resucitaron a la vida. Todo lo ordenó con sabiduría y equidad...para hacer del mundo entero una sinfonía.... Este descendiente de David, el músico, que existía antes que David, el Verbo de Dios, dejando el arpa y la cítara (Sal 57,9) instrumentos sin alma, afinó todo el universo, particularmente este universo en pequeño que es el hombre, su cuerpo y su alma, mediante el Espíritu Santo. El toca este instrumento de mil voces para alabar a Dios y canta con su voz al acorde de este instrumento humano... El Señor, enviando su soplo  a este hermoso instrumento que es el hombre (cf Gn 2,7) reprodujo su propia imagen. El mismo es también un instrumento de Dios, armonioso, afinado y santo, sabiduría más allá de este mundo y Palabra que viene de lo alto. ¿Qué quiere este instrumento, el Verbo de Dios, el Señor, y su cántico nuevo? Quiere abrir los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos, conducir a los cojos y los descarriados a la justicia, manifestar a Dios a los hombres insensatos, acabar con la corrupción, vencer la muerte, reconciliar con el Padre los hijos desobedientes... Este cantor y salvador ¡no penséis que es nuevo como un mueble o una casa son nuevos! Porque él “existía antes de la aurora” (Sal 109,3) y “Al principio ya existía la Palabra. La palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios” (Jn 1,1).

Hermanos Franciscanos

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