Ártículos Más Recientes



El servicio no es un añadido ni un adorno en nuestra vida cristiana: es su fruto natural, y por consiguiente, todos estamos llamados a servir. Algunas recomendaciones prácticas: 1. En la Iglesia todos somos necesarios pero nadie es indispensable. 2. El mejor líder es el que prepara a otros líderes. 3. Piensa primero en el bien común. 4. Pregunta importante: ¿a quién estamos olvidando? 5. Toda obra de evangelización ha de conducir a una vida sacramental plena y fructuosa; esto incluye la vocación sacerdotal. 6. María es verdadera madre de todos aquellos en quienes se está formando Cristo, su Hijo. 7. Toda comunidad o grupo ha de mostrar en obras concretas su amor, cercanía y solidaridad con los más pobres. * * * Más predicación en: http://fraynelson.com/blog ADEMÁS: Suscríbete gratuitamente a mi boletín diario de evangelización: http://fraynelson.com/suscripciones.html Página de los DOMINICOS en Colombia: http://opcolombia.org


10:43 a.m.


El que procede rectamente y practica la justicia; el que dice la verdad de corazón y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni agravia a su vecino, y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni agravia a su vecino, y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni agravia a su vecino, el que no estima a quien Dios reprueba y honra a los que temen al Señor. El que no se retracta de lo que juró, aunque salga perjudicado; el que no presta su dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que procede así, nunca vacilará.

10:43 a.m.


Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. En efecto, yo fui constituido ministro de la Iglesia, porque de acuerdo con el plan divino, he sido encargado de llevar a su plenitud entre ustedes la Palabra de Dios, el misterio que estuvo oculto desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar a sus santos. A ellos les ha revelado cuánta riqueza y gloria contiene para los paganos este misterio, que es Cristo entre ustedes, la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a Cristo, exhortando a todos los hombres e instruyéndolos en la verdadera sabiduría, a fin de que todos alcancen su madurez en Cristo.

10:43 a.m.


Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".

10:43 a.m.


La virtud no tiene más que una cara. El ejemplo de Marta y María nos demuestra en las obras de una la dedicación activa y en la otra la atención piadosa del corazón a la palabra de Dios. Si esta atención está unida a una fe profunda, es preferible a las obras mismas: “María ha escogido la mejor parte y no se le quitará”. Esforcémonos, pues, nosotros también, en poseer lo que nadie nos podrá quitar jamás, prestando atención; porque si no, el mismo grano de la palabra divina puede ser arrebatado si cae al borde del camino. (cf Lc 8,5.12) Sé, pues, como María, animado por el deseo de la sabiduría; es una obra mayor y más perfecta. Que las preocupaciones del servicio no te priven de aprender a conocer la palabra celestial. No critiques, ni juzgues como holgazanes a los que vieras aplicarse a la sabiduría, porque Salomón, el pacífico, la invocó para que hiciera morada en su casa. (Cf Sb 9,10) Con todo, no se trata de reprochar a Marta sus buenos servicios, pero María tiene la preferencia, por haber elegido la mejor parte. Jesús posee muchas riquezas y las distribuye con largueza. La mujer más sabia ha escogido lo que había juzgado como más importante. En cuanto a los apóstoles, no prefirieron dejar la palabra de Dios para dedicarse al servicio (Hch. 6,2) Las dos actitudes son obra de la sabiduría, porque Esteban, él también, estaba lleno de sabiduría y fue escogido como servidor, como diácono (Hch. 6,5.8)... Porque el cuerpo de la Iglesia es uno; y los miembros siendo diversos, tienen necesidad los unos de los otros. “El ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni la cabeza puede decir a los pies: No os necesito...” (1Cor 12,21)... Si algunos miembros son más importantes, los otros son, sin embargo, necesarios. La sabiduría reside en la cabeza, la actividad en las manos.

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.