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8:42 a.m.
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              *”Verbum Spei”*

      _”Palabra de Esperanza”_

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*3° Lunes Adviento*

*El Evangelio de hoy*

*Mateo 1, 18-24*

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.

*Reflexión:*

Poco se habla de San José porque se le conoce poco. En este pasaje nos dice Mateo que san José era una hombre “justo”. El justo en la Biblia, no es precisamente el hombre equitativo, es decir, el que da a cada uno lo que le corresponde.
En la Biblia, el justo es el hombre que ama a Dios y busca, por sobre todas las cosas, incluso a costa de su propia vida, hacer la voluntad de Dios. Por otro lado, es un hombre reflexivo que busca en todo, descubrir al “Dios que salva”. De acuerdo a nuestras categorías de lenguaje, la palabra “justo” correspondería a santo.
Con esta palabra la Escritura nos presenta a José. Simplemente pensemos qué clase de hombre tenía Dios que escoger como esposo para la Madre de su Hijo y para ser modelo de esposo y de padre en la Sagrada Familia. Ojalá todos los hombres pudiéramos ser presentados como José: como hombre justo y santo. 
(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús, hay muchas cosas injustas en este mundo,  hay cosas que me indignan, me molestan y me enojan, sin embargo, Señor, ayúdame a aceptar tu santa voluntad con fe, entrega y alegría. Amén.

*Acción:* 
Hoy oraré por todas las víctimas de injusticia en mi país, miraré las noticias y pediré específicamente por las notas de injusticia que aparezcan ahí. 
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      *”Nuntium Verbi Dei”*

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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11:50 p.m.

Por: H. Michael Vargas, L.C. | Fuente: missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor mío y Dios mío, ayúdame a aceptar tu santa voluntad con fe, entrega y alegría.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-24

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

  1. pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del Profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emanuel, que quiere decir Dios -con-nosotros.

Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Dios tiene un camino para cada uno de sus hijos. Un camino que en muchas ocasiones no va acorde a nuestra voluntad. Nos lleva por veredas oscuras, estrechas, solitarias, o en ocasiones nos lleva por un hermoso camino, amplio, con flores y nos sentimos acompañados.

A veces nos cambia la dirección que ya habíamos decidido tomar y, ante estos hechos, es bueno preguntarse, ¿cómo está mi actitud? ¿Cómo respondo a lo que creo Dios me pide? ¿Claramente me entrego a ejemplo de la Santísima Virgen María "hágase en mí según tu palabra" o a ejemplo de José, o por el contrario, le esquivo, huyo y trato de seguir por el camino que yo creo es el mejor?

Podemos responder de ambas maneras, pero lo importante es comprender que Dios está presente y que tiene realmente un camino para cada uno de sus hijos. Él espera que aceptemossusanta voluntad con fe, entrega y alegría pues, aunque nuestra mirada sea limitada y no nos permita ver más allá de nosotros mismos, la suya ya conoce que pasará en toda nuestra vida.

No olvidemos que muchas veces no comprenderemos porqué suceden las cosas de una u otra manera, pero suceden para que se lleve a fin la obra de Dios en nuestras vidas.

Hay que rezar para tener ganas de seguir la voluntad de Dios, rezar para conocer la voluntad de Dios y rezar -una vez conocida esta voluntad- para ir adelante con la voluntad de Dios.
(Catequesis Papa Francisco, 27 de enero, 2015)

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Disfrutaré cada momento en este día. Aceptaré la voluntad de Dios con alegría y daré gracias por ello.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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11:36 a.m.
Cuando el profeta Balaam alzó los ojos y vio a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios vino sobre él y pronunció su poema, diciendo: Oráculo de Balaam hijo de Beor, oráculo del hombre de mirada penetrante; oráculo del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso, en éxtasis, pero con los ojos abiertos. ¡Qué hermosas son tus carpas, Jacob, y tus moradas, Israel! Son como quebradas que se extienden, como jardines junto a un río, como áloes que plantó el Señor, como cedros junto a las aguas. El agua desborda de sus cántaros, su simiente tiene agua en abundancia. Su rey se eleva por encima de Agag y su reino es exaltado. Entonces pronunció su poema, diciendo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de mirada penetrante; oráculo del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso, en éxtasis pero con los ojos abiertos. Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca: una estrella se alza desde Jacob, un cetro surge de Israel: golpea las sienes de Moab y el cráneo de todos los hijos de Set.

11:36 a.m.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador, Yo espero en ti todo el día, Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad. El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.

11:36 a.m.
Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?". Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. ¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?". Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: 'Del cielo', él nos dirá: 'Entonces, ¿por qué no creyeron en él?'. Y si decimos: 'De los hombres', debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta". Por eso respondieron a Jesús: "No sabemos". El, por su parte, les respondió: "Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto".

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