Ártículos Más Recientes

11:39 a.m.
Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra, piensen rectamente acerca del Señor y búsquenlo con sencillez de corazón. Porque él se deja encontrar por los que no lo tientan, y se manifiesta a los que no desconfían de él. Los pensamientos tortuosos apartan de Dios, y el Poder puesto a prueba, confunde a los insensatos. La Sabiduría no entra en un alma que hace el mal ni habita en un cuerpo sometido al pecado. Porque el santo espíritu, el educador, huye de la falsedad, se aparta de los razonamientos insensatos, y se siente rechazado cuando sobreviene la injusticia. La Sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará sin castigo las palabras del blasfemo, porque Dios es el testigo de sus sentimientos, el observador veraz de su corazón, y escucha todo lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra, y él, que mantiene unidas todas las cosas, sabe todo lo que se dice.

11:39 a.m.
Señor, tú me sondeas y me conoces, tú sabes si me siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares. Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente; me rodeas por detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí; una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla. ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha.

11:39 a.m.
Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo". Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería."

11:39 a.m.
    El amor consiste no en sentir que se ama, sino en querer amar: cuando se quiere amar, se ama; cuando se quiere amar por encima de todo, se ama por encima de todo. Si ocurre que se cae en una tentación, es que el amor es demasiado débil, no es que no haya amor : hay que llorar como san Pedro, arrepentirse como san Pedro, humillarse como él, como él decir también tres veces: “ Yo os amo, os amo, vos sabéis que a pesar de mis debilidades y pecados, os amo” (Jn 21,15s).     En cuanto al amor que Jesús nos tiene, nos lo ha probado suficientemente como para que creamos en él sin sentirlo: sentir que le amamos y que nos ama, sería el cielo; el cielo no es, salvo raros momentos y raras excepciones, para aquí abajo.     Recordemos con frecuencia la doble historia de las gracias que Dios nos hizo personalmente desde nuestro nacimiento y el de nuestras infidelidades; encontraremos... allí el motivo para perdernos en una confianza ilimitada en su amor. Nos ama porque es bueno, no porque nosotros somos buenos; ¿Acaso las madres no aman a sus hijos descarriados? Así encontraremos cómo profundizar en la humildad y la desconfianza en nosotros mismos. Procuremos redimir un poco nuestros pecados por el amor al prójimo, por el bien hecho al prójimo. La caridad hacia el prójimo, los esfuerzos por hacer el bien a otros son un remedio excelente que hay que utilizar ante las tentaciones: es pasar de la simple defensa al contraataque.

12:40 a.m.
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              *”Verbum Spei”*

      _”Palabra de Esperanza”_

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*32° Domingo Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Mateo 25, 1-13*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a encuentro del esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.

Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron sus frascos de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salgan a su encuentro!”

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.

Y las necias dijeron a las prudentes: “Dennos de su aceite, que se nos apagan las lámparas.”

Pero las prudentes contestaron:

“Por si acaso no hay bastante para ustedes y para nosotras, es mejor que vayan a la tienda y  lo compren”.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.”

Pero él respondió: “En verdad les digo que no los conozco.”

Por tanto, velen, porque no saben el día ni la hora».

*Reflexión:*

Jesús les dice a sus discípulos que el que espera el Reino de los cielos debe imitar a las cinco doncellas prudentes que esperaron al esposo con las lámparas encendidas. ¿Qué quiere decirnos a nosotros esta parábola? Que debemos vivir siempre preparados para encontrarnos con Jesús, con Dios, cuando tengamos que encontrarnos ante él, en cualquier momento que él nos llame. Y como no sabemos cuándo nos va a llamar, debemos vivir preparados, es decir, esperándole siempre, durante toda nuestra vida. Y debemos hacerlo con esperanza activa, como lo hicieron las cinco vírgenes prudentes; no imitar nunca a las cinco vírgenes necias. Las vírgenes prudentes esperaron al esposo con esperanza activa, es decir, velando, estando continuamente vigilantes. No podemos pensar que es suficiente dejar la preparación para cuando seamos viejos, o estemos gravemente enfermos. La esperanza activa supone una vigilancia continua sobre nuestra manera de pensar, de hablar, de comportarnos. ¿Cómo pensamos, cómo hablamos, cómo nos comportamos? ¿Lo hacemos pensando sólo en nuestros intereses psicológicos y materiales, o lo hacemos como lo haría en nuestro caso el mismo Jesús? 

*Oración:*

Señor Jesús, concédeme ser un buen cristiano, es decir, ser buena persona, esto supone una lucha continua y un esfuerzo personal continuado, para vivir con esperanza cristiana, el encuentro definitivo contigo Señor. Amén.
*Acción:*

Imitemos a las cinco doncellas prudentes, para que podamos recibir a Dios, cuando nos llame, con nuestras lámparas de la virtud encendidas. Sólo así podremos entrar al banquete de bodas que es el Reino de los cielos, y que Dios tiene preparado para todos sus hijos desde el principio de la creación.

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      *”Nuntium Verbi Dei”*

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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