Ártículos Más Recientes

12:44 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza”_

       

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*5° Domingo Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Mateo 5, 13-16*
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.

Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.
*Reflexión*

En la cultura occidental la sal en un condimento indispensable en cada platillo, es la que le pone el toque de sabor a la comida. Jesús con esto nos muestra claramente la esencia del cristianismo, dar sabor a la vida. Ante la indiferencia y la vida monótona y gris de muchos, el cristiano está llamado a sazonar la vida de los demás. En medio de la tristeza y la angustia, el cristiano debe ser un signo de esperanza y alegría. Nuestro testimonio brota de la alegría de pertenecerle a Cristo, de sentirnos amados por nuestro Dios y creador. 

“Ustedes son la luz del mundo”, la esperanza verdadera que ilumina a todo hombre. Una luz que se transmite a cuantos han llegado a la vida eterna y de la que también participan los justos en la tierra, aunque de forma diversa. Desde el Bautismo, cuando se nos entregó un cirio encendido, el cristiano es un hijo de la luz, un hombre iluminado que ha de encender y caldear cuanto le rodea, perpetuando así la presencia del que es Luz de todas las gentes, Jesucristo nuestro Señor. Para esto debemos estar llenos de Dios para ser capaces de sazonar e iluminar la vida de los demás.

*Oración:*

Señor Jesús, llévame a lo profundo de tu corazón. La sed de amor consume mi alma; lo busco en las creaturas y no lo encuentro. Sólo en tu corazón descansa mi alma, déjame permanecer en tu amor. Amén.
*Acción:*

En este tendré presente en mi corazón, y en mi oración, a los cristianos perseguidos y buscaré ayudarlos en la medida de mis posibilidades.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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11:46 p.m.

Por: H. Hiram Galán LC | Fuente: www.missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Jesús, llévame a lo profundo de tu corazón. La sed de amor consume mi alma; lo busco en las creaturas y no lo encuentro. Sólo en tu corazón descansa mi alma, déjame permanecer en tu amor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.

Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En la cultura occidental la sal en un condimento indispensable en cada platillo; se podría decir que es la cereza del pastel, la que le pone el toque de sabor a la comida. Jesús con esto nos muestra claramente la esencia del cristianismo, dar sabor a la vida. Ante la indiferencia y la vida monótona y gris de muchos, el cristiano está llamado a sazonar la vida de los demás. En medio de la tristeza y la angustia, el cristiano debe ser un signo de esperanza y alegría.

Debemos ser ese toque de sabor en la vida. Nuestro testimonio brota de la alegría de pertenecerle a Cristo, de sentirnos amados por nuestro Dios y creador.

Pero para ello es importante estar llenos de salinidad. Una sal, si se vuelve sosa, no sirve para nada. Debemos estar llenos de Dios para ser capaces de sazonar la vida de los demás.

«Me gustaría alentar la vocación de los discípulos de Cristo a comunicar la alegría del Evangelio, a ser sal de la tierra y luz del mundo. La voz de los Pastores, que tiene que ser profética, habla a la sociedad en nombre de la Iglesia madre, porque la Iglesia es madre, y la habla desde la opción preferencial y evangélica por los últimos, por los descartados, por los excluidos. Esa es la opción preferencial de la Iglesia. La caridad fraterna, expresión viva del mandamiento nuevo de Jesús, se expresa en programas, obras e instituciones que buscan la promoción integral de la persona, así como el cuidado y la protección de los más vulnerables. No se puede creer en Dios Padre sin ver un hermano en cada persona y no se puede seguir a Jesús sin entregar la vida por los que Él murió en la cruz.»
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Tendré presente en mi corazón, y en mi oración, a los cristianos perseguidos y buscaré ayudarlos en la medida de mis posibilidades.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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11:28 a.m.
compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!". si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.

11:28 a.m.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo. Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. Su ánimo está seguro, y no temerá, hasta que vea la derrota de sus enemigos. Su ánimo está seguro, y no temerá, Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad.

11:28 a.m.
Hermanos, cuando los visité para anunciarles el misterio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado. Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y vacilante. Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu, para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

11:28 a.m.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.

Hermanos Franciscanos

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