Ártículos Más Recientes

11:30 a.m.
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia. como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: "Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz". Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.

11:30 a.m.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria. canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria. canten al Señor, bendigan su Nombre. Día tras día, proclamen su victoria. Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos. Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él; regocíjese el campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque. Griten de gozo delante del Señor, porque él viene a gobernar la tierra: Él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

11:30 a.m.
La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.

11:30 a.m.
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".

11:30 a.m.
«Os anuncio una gran alegría.» Estas son las palabras que dijo el ángel a los pastores de Belén. Os las repito hoy a vosotros, almas fieles: os traigo una noticia que os causará una gran alegría. ¿Puede haber, para unos pobres exiliados, condenados a muerte, una noticia más dichosa que la de la aparición de su Salvador, que ha venido no tan sólo para librarles de la muerte, sino para que puedan retornar a su patria? Esto es lo que vengo a anunciaros: «Os ha nacido un Salvador»... Cuando un monarca hace su primera entrada en una ciudad de su reino, se le tributan los más grandes honores: ¡cuánta decoración, cuántos arcos triunfales! Prepárate, pues, dichosa villa de Belén, a recibir dignamente a tu Rey... Has de saber, dice el profeta (Mi 5,1), que entre todas las ciudades de la tierra tú eres la más favorecida puesto que el Rey del cielo te ha escogido a ti como lugar de su nacimiento aquí en la tierra, a fin de reinar, seguidamente, no sólo en Judea, sino en los corazones de los hombres de todo lugar... ¡Qué habrán dicho los ángeles viendo a la Madre de Dios entrar en una gruta para, allí, dar a luz al Rey de reyes! Los hijos de los príncipes vienen al mundo en habitaciones resplandecientes de oro...; y quedan rodeados por los más altos dignatarios del reino. El Rey del cielo, quiere nacer en un establo frío y sin lumbre; para cubrirse no tiene más que unos pobres jirones de ropa; para descansar sus miembros sólo un miserable pesebre con un poco de paja... ¡Ah! Reflexionar sobre el nacimiento de Jesucristo y las circunstancias que le acompañaron, debería abrasarnos en amor; y pronunciar las palabras gruta, pesebre, paja, leche, vagidos, poniendo delante nuestros ojos al Niño de Belén, deberían ser para nosotros otras tantas flechas encendidas hiriendo enteramente de amor nuestros corazones. ¡Dichosa gruta, pesebre, paja! Pero mucho más dichosas la almas que aman con fervor y ternura a este Señor tan digno de amor y que ardiendo en caridad, le reciben en la santa comunión. ¡Con qué arrebato, con qué gozo viene Jesús a descansar en el alma que le ama verdaderamente!

8:51 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount


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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza”_

       

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*4° Viernes Adviento*

*El Evangelio de hoy*

*Lucas 1, 57-66*
Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.

A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: “No. Su nombre será Juan”. Ellos le decían: “Pero si ninguno de tus parientes se llama así”.

Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.

Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: “¿Qué va a ser de este niño?” Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.

*Reflexión:*

El ejemplo que nos dejan Isabel y Zacarías en el Evangelio de hoy, sobre la Voluntad de Dios no es un elemento que coarta, limita o quita la libertad. Por el contrario, el cumplimiento de tu Voluntad es algo que nos hace crecer como creatura, como persona. Ahí tenemos el ejemplo de Zacarías, al cumplir tu Voluntad le regresó el habla, le devolvió aquel estado que había perdido por su falta de fe. La libertad es un don que se acrecienta cuando se entrega a Ti.

Cuando se es niño, y más aún adolescente, poco se comprende por qué se tiene que obedecer a los padres. De grandes, y más cuando se tienen hijos,  se comprende que esos mandatos y deseos siempre estaban movidos por el amor y la búsqueda de lo mejor. Así es también con tu Voluntad. No es un yugo insoportable que aguantar, una tiranía o dictadura de poder… no; es el amor que aconseja, orienta y pide a sus hijos lo que se sabe que a ellos, a mí, más conviene.

(Papa Francisco).

*Oración:*

Señor Jesús, dame la gracia, de buscar siempre y en todo momento descubrir y realizar tu Voluntad sobre mi vida, siendo consciente de que siempre quieres lo mejor para mí. Amén. 
*Acción:*

Me detendré un momento ante un belén y les pediré a María y José me ayuden, con su intercesión, a realizar siempre la Voluntad de Dios sobre mí. 

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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Hermanos Franciscanos

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