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1:21 a.m.

Por: H. Rafael Torres | Fuente: Catholic.net

Del santo Evangelio según san Mateo 7, 6.12-14
No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Entrad por la puerta estrecha; porque es ancho y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida! ¡Qué pocos son los que lo encuentran!

Oración introductoria
Señor, dame las fuerzas para estar convencido de mi misión como verdadero cristiano. Creo en ti, pero aumenta mi fe, hazla firme. Haz grande mi fe para poder amar a mis hermanos desinteresadamente. Tú eres mi fuerza, y contigo todo lo puedo. Ayúdame, pues sin ti no puedo nada.

Petición
Dios mío, concédeme ser un apóstol entregado, que salga de mi mundo y piense en los demás. Alcánzame la gracia de poder negarme a mí mismo; así estaré atento a las necesidades de mis hermanos, antes que a las mías.

Meditación del Papa Francisco

¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es la puerta por la que debemos entrar? Y, ¿por qué Jesús habla de una puerta estrecha?

La imagen de la puerta se repite varias veces en el Evangelio y se refiere a la de la casa, del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor, calor. Jesús nos dice que existe una puerta que nos hace entrar en la familia de Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él. Esta puerta es Jesús mismo. Él es la puerta. Él es el paso hacia la salvación. Él conduce al Padre. Y la puerta, que es Jesús, nunca está cerrada, esta puerta nunca está cerrada, está abierta siempre y a todos, sin distinción, sin exclusiones, sin privilegios. Porque, sabéis, Jesús no excluye a nadie […]

Jesús en el Evangelio nos dice que ser cristianos no es tener una “etiqueta”. Yo les pregunto: ustedes, ¿son cristianos de etiqueta o de verdad? Y cada uno responda dentro de sí. Nunca cristianos de etiqueta. Cristianos de verdad, de corazón. Ser cristianos es vivir y testimoniar la fe en la oración, en las obras de caridad, en la promoción de la justicia, en hacer el bien. Por la puerta estrecha que es Cristo debe pasar toda nuestra vida. (S.S. Francisco, Ángelus del 25 de agosto de 2013).


Reflexión
En este evangelio Jesús nos invita a entrar por la puesta estrecha. Nos podemos preguntar: "Señor, en mi vida diaria, ¿cuál es la puerta estrecha?" Y nos puede resultar algo confuso esta idea, y quizá no la entendamos. Pero lo que Cristo realmente nos está pidiendo es que seamos que vivamos las enseñanzas que nos ha dejado mediante el camino de la abnegación. ¿Y para qué todas estas negaciones? Para poder lograr entrar por la puerta estrecha que conduce a la vida eterna. Nosotros, los cristianos, tenemos una misión muy clara y precisa, predicar el Evangelio a todo el mundo, y no podemos estar satisfechos hasta no ver terminada nuestra tarea. Nuestras perlas preciosas están en nuestro corazón cada vez que le recibimos en el sacramento de la Eucaristía. De ahí nace la necesidad de pedirle a Dios nuestro Señor que nunca nos deje solos y que nos conceda la gracia de llegar a su presencia para gozar el fruto de nuestra abnegación.

Propósito
Voy a rezar un misterio del rosario para que siga caminando con esperanza por la senda estrecha que conduce a la Vida.

Diálogo con Cristo
Señor, ayúdame a dar más ejemplo de mi vocación como un cristiano auténtico. Señor y Dios mío, soy todo tuyo. Tú eres mi pastor. Señor, dame valor para seguir el camino del sacrificio, que es el que conduce al cielo. Quiero ser feliz en tu presencia. Concédeme ser un trasmisor incansable de la Verdad.

Aprende ahora a despreciar todo, para que entonces puedas dirigirte libremente a Cristo Kempis, Imit. Chr. 1, 33, 6

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12:40 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

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             ”Verbum Spei”
     ”Palabra de Esperanza”
  
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12° Martes Tiempo Ordinario
El Evangelio de hoy 
Mateo 7, 6. 12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resume la ley y los profetas.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!”.

Reflexión:
Aunque, como reconocen la mayoría de los estudiosos, es difícil la interpretación del versículo seis de este capítulo, la gran mayoría de los exégetas (incluso los protestantes), están de acuerdo en que es probable que esté referido a la Eucaristía en relación a aquellos que no reconocen la santidad de ésta, que sería el no reconocer la presencia real de Cristo en la Eucaristía y recibirla sin la fe y la piedad que ésta requiere.
Debemos recordar que en la primera comunidad había un gran celo y un gran respeto por la Eucaristía (por las cosas santas) de manera que en la Eucaristía, sólo podían participar los bautizados, lo cual significaba, haber aceptado la vida de acuerdo al Evangelio y estar viviendo conforme a ésta. Los catecúmenos, así como los paganos, no eran admitidos.
Quizás hoy valdría la pena el reflexionar en la santidad de lo que recibimos los domingos, a fin de hacernos más conscientes de que lo que se nos da es “una cosa Santa”, es decir, el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Piensa hoy un poco en cuál es tu actitud al ir a recibir la Comunión. ¿Eres verdaderamente consciente de la santidad de lo que recibes? 
(Evangelización Activa).

Oración:
Padre, que en tu infinita bondad has querido no sólo crear el universo, sino que con tu amor paterno sostienes el curso de la historia y nos llevas siempre de la mano, como Padre amoroso, a fin de que no desfallezcamos en nuestro esfuerzo cotidiano. Amén.

Acción:
El día de hoy reflexionaré unos momentos antes de tomar mis grandes decisiones, para dejar que el Espíritu Santo me guíe a actuar para gloria de Dios. 
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          ”Nuntium Verbi Dei”
”Mensaje de la palabra de Dios”
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10:44 a.m.
El había oído, en efecto, que el rey se había retirado de Laquis, al recibir la noticia de que Tirjacá, rey de Cus, se había puesto en campaña para combatirlo. Senaquerib envió de nuevo mensajeros a Ezequías para decirle: "Hablen así a Ezequías, rey de Judá: Que no te engañe tu Dios, en quien confías, haciéndote pensar que Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria. Tú has oído, seguramente, lo que hicieron los reyes de Asiria a todos los países, al consagrarlos al exterminio total. ¿Y tú te vas a librar? Ezequías tomó la carta de la mano de los mensajeros y la leyó. Después subió a la Casa del Señor, la desplegó delante del Señor y oró, diciendo: "Señor de los ejércitos, Dios de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines: tú solo eres el Dios de todos los reinos de la tierra, tú has hecho el cielo y la tierra. Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha las palabras que Senaquerib ha mandado decir, para insultar al Dios viviente. Es verdad, Señor, que los reyes de Asiria han arrasado todas las naciones y sus territorios. Ellos han arrojado sus dioses al fuego, porque no son dioses, sino obra de las manos del hombre, nada más que madera y piedra. Por eso los hicieron desaparecer. Pero ahora, Señor, Dios nuestro, ¡sálvanos de su mano, y que todos los reinos de la tierra reconozcan que tú solo, Señor, eres Dios!". Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Así habla el Señor, Dios de Israel: Tú me has dirigido una súplica acerca de Senaquerib, rey de Asiria, y yo la he escuchado. Esta es la palabra que el Señor ha pronunciado contra él: Te desprecia, se burla de ti, la virgen hija de Sión; a tus espaldas mueve la cabeza la hija de Jerusalén. Porque de Jerusalén saldrá un resto, y del monte Sión, algunos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto. Por eso, así habla el Señor acerca del rey de Asiria: El no entrará en esta ciudad, ni le lanzará una flecha; no la enfrentará con el escudo, ni levantará contra ella un terraplén. Se volverá por el mismo camino, sin entrar en esta ciudad -oráculo del Señor-. Yo protegeré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi servidor". Aquella misma noche, el Angel del Señor salió e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. Y cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres, que estaban muertos. Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, emprendió el regreso y se quedó en Nínive.

10:44 a.m.
El Señor es grande y digno de alabanza, en la Ciudad de nuestro Dios. Su santa Montaña, la altura más hermosa, es la alegría de toda la tierra. La Montaña de Sión, la Morada de Dios, es la Ciudad del gran Rey: Su santa Montaña, la altura más hermosa, es la alegría de toda la tierra. La Montaña de Sión, la Morada de Dios, es la Ciudad del gran Rey: Su santa Montaña, la altura más hermosa, es la alegría de toda la tierra. La Montaña de Sión, la Morada de Dios, es la Ciudad del gran Rey: el Señor se manifestó como un baluarte en medio de sus palacios. Nosotros evocamos tu misericordia en medio de tu Templo, oh Dios. Tu alabanza, lo mismo que tu nombre, llega hasta los confines de la tierra. Tu derecha está llena de justicia.

10:44 a.m.
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos. Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas. Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.

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