
Te doy gracias, Oh Dios, porque te amo. Oh, Altísimo, no me desampares, pues tu eres mi esperanza: Libremente he recibido de ti la Gracia, y por eso viviré. Mis perseguidores vendrán y no podrán encontrarme: Una nube de oscuridad caerá sobre sus ojos; y una espesa penumbra los oscurecerá, No tendrán luz para verme, y no podrán atraparme... Han ideado un plan contra mí pero se volverá contra ellos, han concebido un proyecto malvado pero no tendrán éxito. Pues el Señor es mi esperanza, y no tendré miedo, el Señor es mi salvación, no temeré. Él es como una guirnalda (de luz) sobre mi cabeza y no temblaré. Incluso si todo se sacude a mi alrededor, yo permaneceré firme; Y aunque todas las cosas visibles perezcan, yo no moriré, porque el Señor está conmigo y yo estoy con Él. Aleluya.
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