Señor, oye la voz con que a ti clamo, escucha, por piedad. Mi corazón de ti me habla diciendo: «Procura ver su faz». Mi corazón de ti me habla diciendo: «Procura ver su faz». Mi corazón de ti me habla diciendo: «Procura ver su faz». Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara. Con enojo a tu siervo no rechaces; eres tú mi defensa, ¡no me abandones, no me dejes solo, mi Dios y Salvador! La bondad del Señor espero ver en la tierra de los vivientes. Confía en el Señor, ¡ánimo, arriba!, espera en el Señor.
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