Dirijo la mirada hacia los montes: ¿de dónde me llegará ayuda? Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián; jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel. El Señor es tu guardián y tu sombra, el Señor está a tu diestra. Durante el día el sol no te maltratará, ni la luna de noche. Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma. El te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre. October 18, 2013 at 05:00PM
Publicar un comentario