Ártículos Más Recientes

11:39 a.m.
¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos! El Señor me llamó desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre. El hizo de mi boca una espada afilada, me ocultó a la sombra de su mano; hizo de mí una flecha punzante, me escondió en su aljaba. El me dijo: "Tú eres mi Servidor, Israel, por ti yo me glorificaré". Pero yo dije: "En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza". Sin embargo, mi derecho está junto al Señor y mi retribución, junto a mi Dios. Y ahora, ha hablado el Señor, el que me formó desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. El dice: "Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra".

11:39 a.m.
Señor, tú me sondeas y me conoces, tú sabes si me siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares. Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe. Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe. te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras! Tú conocías hasta el fondo de mi alma y nada de mi ser se te ocultaba, cuando yo era formado en lo secreto, cuando era tejido en lo profundo de la tierra.

11:39 a.m.
Pablo decía: "Cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad. De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús. Como preparación a su venida, Juan había predicado un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel. Y al final de su carrera, Juan decía: 'Yo no soy el que ustedes creen, pero sepan que después de mí viene aquel a quien yo no soy digno de desatar las sandalias'. Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios."

11:39 a.m.
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

11:39 a.m.
En este día nace el gran Precursor, nacido del seno estéril de Isabel. Es el más grande entre los profetas; Nadie más surgió como él, porque es la lámpara que precede a la claridad suprema y la voz que precede Verbo. Conduce a Cristo la Iglesia, su novia, y prepara para el Señor un pueblo escogido, purificándolo por el agua con vistas al Espíritu. De Zacarías nace esta joven planta, el más bello entre los hijos del desierto, el heraldo del arrepentimiento, el que purifica por el agua a los que se extraviaban, el precursor del anuncio de la ressurección de entre los muertos, y que intercede por nuestras almas. Desde el seno de tu madre, bienaventurado Juan, fuiste el profeta y el precursor de Cristo: te estremeciste de alegría viendo a la Reina acercarse a la sierva teniendo ante ti al que el Padre engendra sin madre desde toda eternidad, tú que naciste de una mujer estéril y anciana, según la promesa del Señor. Ruégale que tenga misericordia de nuestras almas. (Referencias bíblicas: Mt 11,11; Jn 5,35; Mt 3,3; Jn 3,29; Lc 1,17; 3,16; Mc 6,28; Lc 1,40; 1,13)

12:14 a.m.
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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza_

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*11° Viernes Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Lucas 15, 3-7*
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: “¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido”.

Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentirse”.

*Reflexión:*

Una de las cosas que jamás comprenderemos es ¿por qué Dios nos ama de esta manera? ¿Por qué su amor va más allá de todo lo que podríamos nosotros imaginar? Cuando se le apareció Nuestro Señor a santa Margarita María, le mostró la herida de su corazón y le dijo: “Este es el corazón que tanto los ha amado”.

Somos realmente privilegiados, pues como dice san Pablo, el Amor de Jesús es tanto y tan grande que se entregó por nosotros; que dejó su cielo hermoso para hacerse como uno de nosotros para que pudiéramos tener vida y tenerla en abundancia.

San Agustín dirá: “se hizo hombre a fin de que nosotros los hombres pudiéramos ser como él”. Este es al paroxismo del amor de Dios por nosotros, que es capaz, como lo hemos oído hoy, de dejar a todo el rebaño e ir por nosotros, hombres necios y faltos de juicio.

Es, pues, tiempo de responder a este amor y entregarle nuestra vida, de abandonar nuestro pecado, aun aquel que sin ser mortal seguimos disfrutando y que no nos permite llegar a tener la plenitud de su amor. Abre tu vida y tu corazón a esa fuente maravillosa de amor que brota de su corazón y déjate seducir y embriagar por él. Solo este amor misericordioso, que nos ama por encima de nuestro pecado y nuestra miseria, es capaz de llevarnos a disfrutar de paz y alegría en el corazón.

Responde a este amor de Jesús dejándote amar y recibiendo de Él su amor y su perdón.

(Evangelización Activa).

*Oración:*

Señor Jesús, tú que eres el verdadero pastor de la ovejas a quien todos seguimos fielmente, ayúdanos a ser dóciles a tu llamado y a ser fieles a tu voz que nos invita al seguimiento para alcanzar la vida eterna que no termina y gocemos así de tu majestad divina. Amén.
*Acción:*

Atender a la voz de Jesús que nos llama al amor al prójimo en cada una de nuestras acciones diarias mediante el respeto y la solidaridad.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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Hermanos Franciscanos

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