Aquellos que conocen la fuerza del amor de Dios, manifestado en la vida de Cristo y en su dolorosa pasión, han aprendido tres cosas. (1) Conocen bien que su vida es preciosa ante los ojos de Dios y que vale tanto como la sangre de Cristo. (2) El que tiene a Cristo en su vida tiene también a los amigos de Cristo, es decir, a sus ángeles y a sus santos, y nunca está solo. (3) El que ha escuchado a Jesucristo ha aprendido de él que hay numerosos combates en esta tierra pero también que el triunfo está asegurado. * * * Más predicación en: http://fraynelson.com ADEMÁS: Suscríbete gratuitamente a mi boletín diario de evangelización: http://fraynelson.com/suscripciones.html Página de los DOMINICOS en Colombia: http://opcolombia.org
Sólo quién sabe bajar puede también descubrir que para un día subir y por la vida avanzar es necesario caminar y muchas veces descender porque la casa de la humildad es la morada de la fe. * * * Más predicación en: http://fraynelson.com ADEMÁS: Suscríbete gratuitamente a mi boletín diario de evangelización: http://fraynelson.com/suscripciones.html Página de los DOMINICOS en Colombia: http://opcolombia.org
Evangelio del día, Martes 9 de octubre de 2018 Semana XXVII Tiempo Ordinario Ciclo B Primera Lectura: De la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 1,13-24 Salmo 138 R/. Guíame, Señor, por el camino eterno Evangelio según San Lucas 10, 38-42 Lecturas del Martes de la 27ª semana del Tiempo Ordinario Martes, 9 de octubre de 2018 Primera lectura Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Gálatas 1,13-24: Habéis oído hablar de mi conducta pasada en el judaísmo: con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me señalaba en el judaísmo más que muchos de mi edad y de mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de mis antepasados. Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles, en seguida, sin consultar con hombres, sin subir a Jerusalén a ver a los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco. Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y me quedé quince días con él. Pero no vi a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo. Fui después a Siria y a Cilicia. Las Iglesias cristianas de Judea no me conocían personalmente; sólo habían oído decir que el antiguo perseguidor predicaba ahora la fe que antes intentaba destruir, y alababan a Dios por causa mía. Palabra de Dios Salmo 138 R/. Guíame, Señor, por el camino eterno Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/. Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras. R/. Conocías hasta el fondo de mi alma, no desconocías mis huesos. Cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/. Evangelio según san Lucas 10, 38-42: En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.» Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.» Palabra del Señor