Ártículos Más Recientes

11:07 a.m.
Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir. Porque sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla. Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final! Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo. Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la matanza. Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia. February 25, 2014 at 05:00PM

11:07 a.m.
Hacia allá van los que en sí confían, ese será el fin de los que les gusta escucharse. Abajo cual rebaño la muerte los reúne, los pastorea y les impone su ley. Son como un espectro desvaído que a la mañana vuelve su casa abajo. Abajo cual rebaño la muerte los reúne, los pastorea y les impone su ley. Son como un espectro desvaído que a la mañana vuelve su casa abajo. Abajo cual rebaño la muerte los reúne, los pastorea y les impone su ley. Son como un espectro desvaído que a la mañana vuelve su casa abajo. Pero a mí Dios me rescatará, y me sacará de las garras de la muerte. No temas cuando el hombre se enriquece, cuando aumenta la fama de su casa. Nada podrá llevar a su muerte, ni su riqueza podrá bajar con él. Su alma, que siempre en vida bendecía: «Te alaban, porque te has tratado bien», irá a unirse con la raza de sus padres, que jamás volverán a ver la luz. February 25, 2014 at 05:00PM

11:07 a.m.
Jesús dijo a sus discípulos: «Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Porque cada uno será salado por el fuego. La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros». February 25, 2014 at 05:00PM

11:07 a.m.
¿Cuál es la ley del pueblo de Dios? Es la ley del amor, amor a Dios y amor al prójimo según el mandamiento nuevo que nos dejó el Señor (cf. Jn 13, 34)… Un amor, sin embargo, que no es estéril sentimentalismo o algo vago, sino que es reconocer a Dios como único Señor de la vida y, al mismo tiempo, acoger al otro como verdadero hermano, superando divisiones, rivalidades, incomprensiones, egoísmos; las dos cosas van juntas. ¿Qué misión tiene este pueblo? La de llevar al mundo la esperanza y la salvación de Dios: ser signo del amor de Dios que llama a todos a la amistad con Él; ser levadura que hace fermentar toda la masa, sal que da sabor y preserva de la corrupción, ser una luz que ilumina. En nuestro entorno…, vemos que la presencia del mal existe, que el diablo actúa. Pero quisiera decir en voz alta: ¡Dios es más fuerte! Vosotros, ¿creéis esto: que Dios es más fuerte? Pero lo decimos juntos, lo decimos todos juntos: ¡Dios es más fuerte! Y, ¿sabéis por qué es más fuerte? Porque Él es el Señor, el único Señor. Y desearía añadir que la realidad a veces oscura, marcada por el mal, puede cambiar si nosotros, los primeros, llevamos a ella la luz del Evangelio sobre todo con nuestra vida. February 25, 2014 at 05:00PM

1:11 a.m.
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-40

Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros».


Oración introductoria


Señor Jesucristo, que con el Bautismo me has concedido la gracia de la filiación divina. Concédeme la gracia de vivir siempre en la luz de tu amistad. Que en la lucha contra el mal, el pecado, la concupiscencia y las tentaciones esté siempre presente tu gracia santificadora. Que las tinieblas que se ciernen sobre mi vida se desvanezcan con la luz de tu amor misericordioso y paciente. Ayúdame a permanecer siempre en tu amistad. Te ofrezco esta meditación por todos mis familiares y amigos, por los que se sienten atribulados por el peso del pecado o los que se encuentran desesperados en la lucha contra el mal. Sostenlos con tu gracia, conforta sus corazones, ayúdales a encontrar la paz verdadera de sus almas. Acrecienta Señor en nuestras almas la gracia del Bautismo.


Petición


Señor, concédeme la gracia de amar y valorar la gracia bautismal. Que esté siempre a tu lado.


Meditación del Papa Francisco

Nosotros los cristianos llevamos la paz y la gracia como un tesoro para dar al mundo, pero estos dones pueden dar frutos solamente cuando los cristianos viven y trabajan juntos en armonía. De esta manera será más fácil contribuir en la construcción de relaciones de respeto y pacífica convivencia con quienes pertenecen a otras tradiciones religiosas y también con los no creyentes. La unidad, a la que anhelamos sinceramente, es un don que viene de lo alto y que se funda en nuestra comunión de amor con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cristo mismo prometió: “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Caminemos, querido hermano, hacia la unidad, unidos fraternalmente en la caridad y teniendo como punto de referencia constante a Jesucristo, nuestro hermano mayor. En la adoración de Jesucristo encontraremos el fundamento y la razón de ser de nuestro camino. (S.S. Francisco, 14 de junio de 2013).


Reflexión


Un personaje predicaba en nombre de Jesús y los apóstoles se lo querían impedir. Jesús simplemente les dice que lo dejen actuar. ¿Qué había en aquella persona, de la cual no sabemos ni el nombre, ni la edad? No sabemos nada de él y, sin embargo, realizó actos buenos. Era una persona sencilla común y corriente. Podemos comparar aquella persona con uno de nosotros. Un seglar convencido en difundir el reino de Cristo. Nosotros somos una pieza clave en la iglesia. Mas ahora en estos tiempos ser católico es luchar contra corriente, si lo queremos ser con autenticidad. Tratamos de serlo en nuestro corazón pero también hay que serlo en el exterior compartiendo con los demás las riquezas de nuestra fe.


Por eso hay que vivir atentos, con la mirada alerta para descubrir el bien que pueden hacer las personas a nuestro alrededor.


Digamos, pues: "Dios ha ordenado a sus ángeles que te guarden en todos tus caminos para impedirte caer; mil enemigos caen a tu mano siniestra y diez mil a tu diestra, sin que puedan llegarse a ti. Por haberse adherido a Mí, dice el Señor, le libraré, le protegeré, porque conoce mi nombre; me invocará y será atendida su demanda; estaré a su lado en el momento de la tribulación para librarle y glorificarle; le colmaré de días felices y le mostraré mi salvación" (Sal 90, 11-12; 14-16).


La gracia del Bautismo imprime carácter en nuestras almas. Por el Bautismo fuimos marcados con el sello de la cruz. Desde ese momento el nombre de Cristo resuena fuerte en nuestros corazones. El esfuerzo diario por ser fieles a nuestra fe es un camino ideal para realizar nuestros compromisos bautismales. Que el amor de Dios derramado en nuestros corazones por este sacramento fructifique en nuestras almas y en las de aquellas personas que por la Providencia Divina han de beneficiarse de nuestro ejemplo.


Propósito


Renovar en una visita eucarística la gracia bautismal. Repetir con fervor y alegría mi pertenencia total a Cristo.


Diálogo con Cristo


¡Gracias Señor por el don del Bautismo, gracias por renovarme desde dentro, gracias por nacer en mí en cada eucaristía, en cada comunión, gracias por hacerme parte de tu familia! Concédeme la gracia de vivir con la conciencia clara del inmenso amor que me has tenido. Que mi corazón se ensanche al contemplar las maravillas que haces en mi vida. Acrecienta mi fe, mi esperanza y caridad. Ayúdame en la lucha contra el mal y el pecado, fortifica mi voluntad e ilumina siempre mi inteligencia para conocerte y amarte en cada uno de mis hermanos. Ayúdame a dedicarme con la oración y el celo ardiente a transmitir esta hermosa realidad a todas las personas. Concédeme alimentar día a día la esperanza de encontrarme contigo en el cielo.


No olvidéis jamás que vuestra felicidad, que nuestra felicidad, depende en definitiva del encuentro y de la amistad con Jesús. (Benedicto XVI, Discurso, lunes 10 de abril de 2006)



February 26, 2014 at 12:42AM

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