
Confía en el Señor y practica el bien; habita en la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y él colmará los deseos de tu corazón. El Señor se preocupa de los buenos y su herencia permanecerá para siempre; El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace: Aléjate del mal, practica el bien, y siempre tendrás una morada, pero los justos poseerán la tierra y habitarán en ella para siempre.
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