Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad, por tu gran corazón, borra mi falta. Que mi alma quede limpia de malicia, purifícame de mi pecado. Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu. No me rechaces lejos de tu rostro ni me retires tu espíritu santo. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré, pues no desdeñas a un corazón contrito. September 13, 2013 at 05:00PM
Publicar un comentario