Ártículos Más Recientes

11:08 a.m.
Saray, esposa de Abram, no le había dado hijos, pero tenía una esclava egipcia que se llamaba Agar. Y dijo Saray a Abram: «Ya que Yavé me ha hecho estéril, toma a mi esclava y únete a ella, a ver si yo tendré algún hijo por medio de ella.» Abram hizo caso a las palabras de su esposa. Abram llevaba diez años viviendo en Canaán, cuando su esposa Saray tomó a su esclava Agar y se la dio a su esposo Abram por mujer. Abram, pues, se unió a Agar, y quedó embarazada. Al notarse Agar en ese estado, comenzó a despreciar a su señora, quien dijo a Abram: «Que esta ofensa recaiga sobre ti. Yo te entregué a mi esclava por mujer, y cuando se ve embarazada, me pierde el respeto. Juzgue Yavé entre tú y yo.» Abram le contestó: «Ahí tienes a tu esclava, haz con ella como mejor te parezca.» Y como Saray la maltratara, ella huyó. La encontró el Angel de Yavé junto a una fuente de agua en el desierto (la fuente que hay en el camino de Sur), y le dijo: «Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?» Ella contestó: «Estoy huyendo de Saray, mi señora.» Le replicó el Angel del Señor: «Regresa donde tu señora y ponte a sus órdenes con humildad.» El Angel de Yavé añadió: «Multiplicaré de tal manera tu descendencia, que no se podrá contar». Y el Angel le dijo: «Mira que estás embarazada y darás a luz a un hijo, al que pondrás por nombre Ismael, porque Yavé ha considerado tu miseria. El será un potro salvaje: él contra todos y todos contra él, y plantará su tienda frente a sus hermanos.» Agar dio a luz un hijo, y Abram le puso el nombre de Ismael al hijo que Agar le había dado. Abram tenía ochenta y seis años cuando Agar le dio su hijo Ismael. June 25, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
¡Aleluya! Den gracias al Señor porque él es bueno, porque su amor perdura para siempre. ¿Quién contará las hazañas del Señor y hará que oigamos toda su alabanza? ¡Felices los que respetan el derecho y practican la justicia en todo tiempo! Acuérdate de mí, Señor, tú que amas a tu pueblo, que tu visita traiga tu salvación. ¡Que veamos la dicha de tus elegidos, nos alegremos con el gozo de tu pueblo y nuestro orgullo sea el de tu familia! June 25, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo. Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense de mí ustedes que hacen el mal! Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.» Cuando Jesús terminó este discurso, la gente estaba admirada de cómo enseñaba, porque lo hacía con autoridad y no como sus maestros de la Ley. June 25, 2013 at 05:00PM

11:39 p.m.
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 15-20

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis.


Oración introductoria


Jesús, Tú nos hablas hoy de los malos profetas, pero al mismo tiempo nos hablas de nosotros. Dices que al árbol se le conoce por sus frutos, por sus obras. Que no es suficiente con ver su tronco o su follaje para conocerlo, sino que necesitamos recurrir a sus frutos: como cuando buscaste higos en la higuera. Por eso, deseo unirme a ti, para que Tú produzcas en mí frutos de amor y de entrega.


Petición


Jesús, concédeme unirme a tu Eucaristía, para que circule tu savia por mis venas, y así pueda dar frutos que salten hasta la vida eterna.


Meditación del Papa


Nosotros celebramos la Eucaristía sabiendo que su precio fue la muerte del Hijo – el sacrificio de su vida, que en ella está presente. Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, nosotros anunciamos la muerte del Señor hasta que Él vuelva, dice san Pablo (cfr Co 11,26). Pero también sabemos que de esta muerte brota la vida, porque Jesús la ha transformado en un gesto de entrega, en un acto de amor, dándole de esta forma su sentido más profundo: el amor ha vencido a la muerte. En la santa Eucaristía Él, desde la cruz, nos atrae a todos hacia Sí (Jn 12,32) y hace que nos convirtamos en los sarmientos de la vid que es Él mismo. Si permanecemos unidos a Él, entonces también nosotros produciremos frutos, y entonces ya no saldrá de nosotros el vinagre de la autosuficiencia, del descontento de Dios y de su creación, sino el vino bueno de la alegría en Dios y del amor al prójimo. Benedicto XVI, 23 de octubre 2005.


Reflexión


La unión frecuente con Cristo Eucarístico cambia forzosamente nuestra forma de pensar y de actuar. Porque, o comulgando su Cuerpo, nos convertimos, o permaneciendo en nuestras malas costumbres, dejamos de comulgarlo.

Cuando recibimos la Eucaristía, Dios nos asimila en sí mismo, nos transforma en sus sarmientos, en extensiones de su amor a los hombres. Los frutos producidos de esta ventajosa unión, son increíbles. Porque apacigua nuestros miedos, transforma nuestras tristezas en alegría, y convierte nuestros odios en Amor.


Propósito


Buscaré comulgar con mayor frecuencia, y, en la comunión del próximo domingo, le diré: "Concédeme nunca más apartarme de ti".


Diálogo con Cristo


Jesús, Tú eres la Vid en la que quiero insertarme para dar buenos frutos. Sé que por mis propias fuerzas, puedo poco; pero que unido a ti, lo puedo todo. No me deseches nunca de tu Corazón, antes bien, concédeme ser fiel a tu presencia en mi vida. "Concédeme vivir siempre tus mandamientos y no permitas que me separe de ti".


El efecto propio de este sacramento es la conversión del hombre en Cristo, para que diga con el Apóstol: Vivo, no yo, sino que Cristo vive en mí

(Santo Tomás, Coment. IV al Libro de las Sentencias, d. 12, q. 2, a. 1)



June 25, 2013 at 11:04PM

11:39 p.m.
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 6.12-14

No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Entrad por la puerta estrecha; porque es ancho y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida! ¡Qué pocos son los que lo encuentran!


Oración introductoria


Señor, dame las fuerzas para estar convencido de mi misión como verdadero cristiano. Creo en ti, pero aumenta mi fe, hazla firme. Haz grande mi fe para poder amar a mis hermanos desinteresadamente. Tú eres mi fuerza, y contigo todo lo puedo. Ayúdame, pues sin ti no puedo nada.


Petición


Dios mío, concédeme ser un apóstol entregado, que salga de mi mundo y piense en los demás. Alcánzame la gracia de poder negarme a mí mismo; así estaré atento a las necesidades de mis hermanos, antes que a las mías.


Meditación del Papa


El pueblo cristiano, nacido de las aguas del Bautismo, está llamado a dar testimonio en todo el mundo de esta salvación, a llevar a todos el fruto de la Pascua, que consiste en una vida nueva, liberada del pecado y restaurada en su belleza originaria, en su bondad y verdad. A lo largo de dos mil años, los cristianos, especialmente los santos, han fecundado continuamente la historia con la experiencia viva de la Pascua. La Iglesia es el pueblo del éxodo, porque constantemente vive el misterio pascual difundiendo su fuerza renovadora siempre y en todas partes. También hoy la humanidad necesita un “éxodo”, que consista no sólo en retoques superficiales, sino en una conversión espiritual y moral. Necesita la salvación del Evangelio para salir de una crisis profunda y que, por consiguiente, pide cambios profundos, comenzando por las conciencias. Mensaje urbi et orbi de su Santidad Benedicto XVI


Reflexión


En este evangelio Jesús nos invita a entrar por la puesta estrecha. Nos podemos preguntar: "Señor, en mi vida diaria, ¿cuál es la puerta estrecha?" Y nos puede resultar algo confuso esta idea, y quizá no la entendamos. Pero lo que Cristo realmente nos está pidiendo es que seamos que vivamos las enseñanzas que nos ha dejado mediante el camino de la abnegación. ¿Y para qué todas estas negaciones? Para poder lograr entrar por la puerta estrecha que conduce a la vida eterna. Nosotros, los cristianos, tenemos una misión muy clara y precisa, predicar el Evangelio a todo el mundo, y no podemos estar satisfechos hasta no ver terminada nuestra tarea. Nuestras perlas preciosas están en nuestro corazón cada vez que le recibimos en el sacramento de la Eucaristía. De ahí nace la necesidad de pedirle a Dios nuestro Señor que nunca nos deje solos y que nos conceda la gracia de llegar a su presencia para gozar el fruto de nuestra abnegación.


Propósito


Voy a rezar un misterio del rosario para que siga caminando con esperanza por la senda estrecha que conduce a la Vida.


Diálogo con Cristo


Señor, ayúdame a dar más ejemplo de mi vocación como un cristiano auténtico. Señor y Dios mío, soy todo tuyo. Tú eres mi pastor. Señor, dame valor para seguir el camino del sacrificio, que es el que conduce al cielo. Quiero ser feliz en tu presencia. Concédeme ser un trasmisor incansable de la Verdad.


Aprende ahora a despreciar todo, para que entonces puedas dirigirte libremente a Cristo Kempis, Imit. Chr. 1, 33, 6



June 25, 2013 at 11:04PM

Hermanos Franciscanos

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