Domingo de Ramos

11:59 p.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

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                  “Verbum Spei”     
           “Palabra de Esperanza” 
       
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Domingo de Ramos
El Evangelio de hoy
Lucas 19, 28, 40

En aquel tiempo Jesús echó a andar delante, subiendo hacia Jerusalén. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos diciéndoles:
Vayan a la aldea de enfrente: al entrar encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta: ¿por qué lo desatáis?, contestadle: el Señor lo necesita.
Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban al borrico los dueños les preguntaron:
— ¿Por qué desatáis al borrico?
Ellos contestaron:
—El Señor lo necesita.
Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos, y le ayudaron a montar. Según iba avanzando la gente alfombraba el camino con los mantos. Y cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la masa de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los milagros que habían visto, diciendo:
— ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto.
Algunos fariseos de entre la gente le dijeron:
—Maestro, reprende a tus discípulos.
Él replicó:t
Pero yo les digo, que si éstos callan, gritarán las piedras.

Reflexión:
En este Año de la Misericordia, el Domingo de Ramos, alcanza su más alto significado: viene la misericordia de Dios a nuestro encuentro. Lo hace sobre un pollino y en medio de alabanzas.
En estos días, la misericordia de Dios, será vendida, negada, maltratada, humillada, muerta y resucitada. Y es que, ya lo dijo San Juan de la Cruz: “Al atardecer de la vida nos examinarán del amor”.
El Domingo de Ramos tiene, además, otras características que nos hacen recuperar y sentir el alma de niño que todos llevamos dentro. Frente a tantos dioses de hojalata y cartón que el mundo nos presenta como idílicos, esta fiesta nos hace poner los ojos en el Rey y Señor.
El Domingo de Ramos es un cruce de sensaciones: entra por la puerta la misericordia de Dios (para ser aclamada) y saldrá por ella (en viernes santo) sin más compañía que Juan y María.
En el fondo, Domingo de Ramos, es la antesala de la soledad y de la traición, del poderío de un gran Rey que –aparentemente- es derrotado en la cruz, de la contradicción de los que decimos quererle pero, en situaciones difíciles, nos echamos atrás. Domingo de Ramos es la alfombra del camino fácil pero, el Viernes Santo, es la cuesta arriba del amor que vale.

Oración:
Señor Jesús, tú que soportaste nuestros sufrimientos, aguantaste nuestros dolores. Ayúdame a soportar tu pasión dolorosa, que fuiste herido por Dios, leproso, humillado, traspasado, triturado. Desgarrándote desnudo, colgando de una cruz… Amén.

Acción:
En este Domingo de Ramos, nos abre la puerta de la Semana Santa, nos invita a vivir entre cantos de júbilos, aleluyas, aclamaciones y ramos que el que es Rey de nuestra vida: Jesús de Nazaret.
Le cantemos y alabemos en este día. Pero, también es verdad, que (el corazón) nos invita a gritar: ¡No subas, Señor!
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            “Nuntium Verbi Dei  
“Mensaje de la palabra de Dios”
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