No tengas en tu casa un dios extraño, ni te prosternes ante un dios de afuera: Yo soy Yavé, tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto. Abre tu boca y te la llenaré». Pero mi pueblo no me quiso oír, e Israel no me obedeció. Los dejé, pues, que siguieran sus caprichos y caminaran según su parecer. «Ah, si mi pueblo me escuchara, si Israel fuera por mis caminos, sometería en un instante a sus enemigos, volvería mi mano contra sus opresores. February 12, 2014 at 05:00PM
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